Actualizado: martes, 13 octubre 2015 19:35

PESHAWAR (PAKISTÁN), 13 (Reuters/EP)

Los programas de ayuda para los 2,5 millones de refugiados afganos en Pakistán se han recortado en medio del peor déficit de financiación, debido a que la crisis migratoria en Europa ha agotado el dinero, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El éxodo de personas de países como Siria, Irak y Afganistán está obligando a la ONU a recortar en los programas de alimentación infantil, educación y sanidad para los refugiados en Pakistán. Este es el Estado que más refugiados a largo plazo acoge del mundo, en su mayoría, afganos que huyen de más de tres décadas de guerra. "La ONU está apoyando a los refugiados sirios. Sin embargo, nadie se pregunta por los afganos. Nuestra guerra dura 35 años", ha criticado Mohamed Amin, un veterano de guerra afgano.

ACNUR en Pakistán solo ha recibido 33,6 millones de dólares (casi 30 millones de euros) en 2015, una cantidad muy alejada de su presupuesto anual de 136,7 millones de dólares (120 millones de euros). Miles de niños se han visto afectados por los recortes.

Escuelas como la que dirige Mohamed Zamir, de 55 años, en el cada vez más desbordado campo de refugiados de Kababiyan, a las afueras de la ciudad de Peshawar, en el noroeste del país, están mandado a los estudiantes a casa.

"Este año, durante las vacaciones de verano, nos dijeron de repente que no había fondos, así que quitamos las clases de 7º y 8º grado", ha explicado Zamir, mirando la multitud de estudiantes de uniforme azul sentados en el suelo de una tienda de campaña.

A nivel mundial, el presupuesto de ACNUR sufre un déficit del 61 por ciento en 2015, la mayor brecha en más de 15 años, que está llevando a tomar difíciles decisiones. "Si hay un niño que ha cruzado con su familia hacia las montañas de Líbano, es invierno y están congelándose: ¿Le das una tienda allí o colocas otro refugio (en Pakistán)?, se pregunta el jefe de ACNUR en Pakistán, Indrika Ratwatte.

AFGANOS A EUROPA

Saida Jan, cuya familia continúa en el campamento de Kababiyan --donde viven unas 12.000 personas-- decidió que si se quedaba no tendría futuro. No es la única que ha dejado atrás a sus seres queridos en Pakistán. Dos jóvenes familiares de un afgano de 60 años de la provincia de Nangarhar, que huyó de su país natal hace 35 años, pagaron hace dos meses a traficantes para que los llevasen a Alemania. Han llegado de forma segura: "No puedo contar todas las dificultades a las que hemos tenido que enfrentarnos hasta aquí".

Los recortes podrían provocar el aumento del número de inmigrantes que se dirigen a Europa. Más de medio millón de refugiados han intentado entrar al continente en 2015, entre los que se incluyen 80.000 afganos, según asegura ACNUR. Sin embargo, esto es solo una pequeña parte de los 2,5 millones que viven en Pakistán, muchos de los cuales huyeron de la violencia hace una o dos generaciones.

Desde 1980, los afganos han luchado contra la ocupación soviética, ha sufrido la guerra civil tras de la retirada de los tropas de la URSS y combaten a los rebeldes talibán desde que fueron derrocados en 2001.

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