Migrantes en Sabrata, Libia
REUTERS / HANI AMARA
Actualizado: martes, 28 noviembre 2017 20:28


MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, ha asegurado que la petición de 40.000 plazas de reubicación para migrantes y refugiados que recorren la ruta africana hasta Libia sólo ha sido respondida en una cuarta parte, una cifra "alentadora" pero "aún insuficiente".

En concreto, para los 15 países "afectados por los movimientos" migratorios --Argelia, Burkina Faso, Camerún, Chad, Yibuti, Egipto, Etiopía, Kenia, Libia, Malí, Mauritania, Marruecos, Níger, Sudán y Túnez-- se han comprometido 10.500 plazas, según ha explicado Grandi este martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde se han analizado los "graves abusos" sufridos por migrantes y refugiados en el país norteafricano.

Entre estos abusos figura la existencia de una especie de mercado de esclavos, tal como destapó la cadena CNN en un reciente reportaje. El vídeo muestra la aparente venta de hombres como mano de obra a cambio de 400 dólares.

Grandi ha recordado que la mayoría de quienes intentan llegar a Europa a través de territorio libio son personas que "huyen del conflicto y la persecución". Sin "vías legales" para encontrar esa seguridad que buscan, quedan expuestos a todo tipo de abusos que incluyen "tortura, violación, explotación sexual, esclavitud y otras formas de trabajo forzado".

Grandi ha advertido de que este desafío requiere del compromiso de origen, tránsito y destino de estas personas y ha subrayado la necesidad de "reforzar la protección de los refugiados y ofrecer soluciones", en la medida en que la falta de oportunidades termina dejando vía libre a las mafias que trafican con personas.

"En Libia, unos 17.000 refugiados y migrantes están detenidos. Muchos de ellos están en manos de contrabandistas y traficantes, protegidos por milicias conocidas", ha lamentado el máximo responsable de ACNUR, que de esta forma ha advertido del caos en que ha quedado sumido el país.

Grandi ha lamentado que, "demasiado a menudo", las medidas adoptadas por los gobiernos para responder a la crisis migratoria en el Mediterráneo se han centrado en "controlar, disuadir y excluir", lo que ha conllevado un "efecto deshumanizador".

Por este motivo, ha instado ahora a reconfigurar las políticas para adoptar también un enfoque de seguridad, asistencia humanitaria, Derechos Humanos y desarrollo, con vistas a evitar que los migrantes terminen en situaciones de explotación y sus vidas corran peligro.

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