MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El activista egipcio Alaa Abdelfatá ha puesto fin a la huelga de hambre que inició hace ya más de 200 días para reclamar su liberación, según ha informado su hermana y también activista, Sanaa Seif.
Abdelfatá ha enviado a su familia una carta en la que confirma haber puesto fin a su huelga de hambre y pide que para el jueves, día en que está prevista una visita de sus allegados, le lleven una tarta para celebrar su cumpleaños.
"Lo más importante es que quiero celebrar mi cumpleaños con vosotros el jueves. No he celebrado nada desde hace mucho tiempo, y quiero celebrar con mis compañeros de celda, así que traedme una tarta y provisiones. He roto mi huelga (de hambre)", reza la misiva de Abdelfatá recogida por Seif en una publicación en Twitter.
Los familiares de Abdelfatá han denunciado en las últimas semanas la falta de información sobre el estado de salud del activista, hasta que el lunes la propia Seif informó también en redes sociales de que habían recibido una carta de su hermano, algo que celebró como una "prueba de vida".
Abdelfatá recrudeció su huelga de hambre el 6 de noviembre, cuando dejó también de ingerir agua como un intento de presionar aún más a las autoridades para su liberación, coincidiendo con el inicio de la Cumbre del Clima (COP27).
Días después, El Cairo indicó que había sido sometido a una "intervención médica" y aseguró que se encontraba bien de salud. El lunes, Abdelfatá confirmó en la mencionada misiva que había vuelto a ingerir agua.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, reclamó la semana pasada la liberación "inmediata" de Abdelfatá, un importante bloguero egipcio y una de las principales figuras del levantamiento popular contra Hosni Mubarak en 2011 en el marco de la 'Primavera Árabe'.
El activista lleva nueve años en prisión y en 2021 fue sentenciado a otra pena de cinco años de cárcel por "difusión de noticias falsas", unos cargos que diversas ONG han tildado de falsos.
El actual mandatario egipcio, Abdelfatá al Sisi, llegó al poder mediante un golpe de Estado en julio de 2013 que lideró después de una serie de manifestaciones masivas contra el entonces presidente, el islamista Mohamed Mursi, primer mandatario elegido democráticamente en el país y fallecido en 2019 durante una vista judicial contra él tras su detención después de la asonada.
El dirigente ha impulsado una amplia campaña de represión y persecución contra opositores, tanto de grupos liberales como de organizaciones islamistas --llegando a declarar a Hermanos Musulmanes como una organización terrorista--, una iniciativa que los grupos de Derechos Humanos han denunciado como la más grave de los últimos tiempos.