DAKAR 18 Ago. (Reuters/EP) -
La muerte de una adolescente mientras era víctima de un ritual de ablación genital femenina, realizado por una sociedad secreta de mujeres en Sierra Leona la semana pasada, debería obligar al Gobierno sierraleonés a prohibir esta práctica, según han denunciado varios grupos de Derechos Humanos este jueves.
Fatmata Turay, una joven de 19 años, murió a principios de esta semana mientras era sujeto de un ritual de mutilación genital femenina. La joven se sometió a esta práctica como parte de los ritos de iniciación que son necesarios para entrar en una sociedad secreta de mujeres conocida como el 'Bondo', que lleva a cabo ablaciones a lo largo del país y que cuenta con cierta influencia política.
Tres miembros de la sociedad 'Bondo' y una enfermera ya han sido arrestadas. Varios grupos de Derechos Humanos que luchan contra la mutilación genital femenina, entre ellos la ONG FORWARD y Equality Now, han urgido al Gobierno de Sierra Leona a que lleve a cabo una investigación en profundidad sobre las circunstancias que rodearon la muerte de la joven, y a que prohíban esta práctica.
Sierra Leona es uno de los países donde más jóvenes son víctimas de la mutilación genital femenina en el mundo, donde 9 de cada 10 mujeres y niñas son sometidas a este tipo de prácticas, de acuerdo con datos de Naciones Unidas.
"Esta muerte es una entre muchas. Demasiadas vidas han sido arruinadas por la ablación", ha declarado Adwoa Kwateng-Kluvitse, de la ONG FORWARD. "Hay muchísimas chicas de zonas rurales que han muerto y han sido enterradas por esta práctica sin que nadie se haya dado cuenta", ha añadido.
UN RITO "NECESARIO"
La mutilación genital femenina afecta a alrededor de unos 140 millones de mujeres y niñas a lo largo del continente africano, así como en regiones de Oriente Próximo y Asia. Es percibido por muchas culturas como una forma de preservar la pureza de las mujeres y un rito necesario antes del matrimonio, ya que evita que las jóvenes que se someten a esta práctica obtengan ningún tipo de placer sexual durante el coito.
La ablación consiste en la eliminación de los genitales externos de la mujer, en particular del clítoris. Se suele realizar sin ningún tipo de anestesia y en muy malas condiciones sanitarias, en ocasiones en el suelo y al aire libre. La falta de esterilización y la práctica en sí pueden provocar graves problemas de salud, que en muchas ocasiones resultan mortales.
A pesar de que la ablación aún es legal en Sierra Leona, el Gobierno prohibió de forma temporal su práctica durante la epidemia del ébola que tuvo lugar entre 2014 y 2015. Esta prohibición sigue en vigor a día de hoy.
Sierra Leona se convirtió el año pasado en uno de los países africanos que ha ratificado el Protocolo de Maputo, un protocolo adicional a la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos impulsada por la Unión Africana, que aborda una amplia variedad de temas como la ablación, la violencia contra las mujeres o el matrimonio forzoso.
"No podemos seguir permitiendo que miles de niñas mueran y se sometan a extrema violencia y discriminación por la mutilación genital femenina", ha dicho Mary Wanda, de la organización Equality Now. Nigeria y Gambia prohibieron la práctica el año pasado, pero sigue siendo legal en Liberia, Malí y Sierra Leona.