DAKAR, 8 Jul. (Reuters/EP) -
Activistas defensores de los derechos de la mujer han aplaudido la decisión del presidente del Gobierno de Gambia, Yahya Jamé, de prohibir el matrimonio infantil, pero han alertado de que la medida, que incluye condenas de prisión para aquellos padres que traten de casar a sus hijas menores, podría provocar un fuerte rechazo en muchos sectores del país, donde un tercio de las mujeres se casan antes de cumplir 18 años.
Jamé anunció a principios de esta semana que el matrimonio infantil en Gambia quedaba prohibido con efecto inmediato, y que en el caso de que se infrinja la ley tanto los padres de las menores como sus maridos pueden llegar a enfrentarse a hasta 20 años de prisión. Aquellos que a pesar de no estar involucrados directamente sean testigos de la celebración de matrimonios infantiles y no lo denuncien a la Policía podrán ser acusados y condenados a más de 10 años de prisión.
"Esperamos que se promulgue una ley cuanto antes y que se lleven a cabo medidas importantes para asegurar que todas y cada una de las niñas sean protegidas", ha declarado Christa Stewart, de la organización para la igualdad de las mujeres Equality Now.
De acuerdo con datos de UNICEF, en Gambia, casi un tercio de las mujeres de entre 20 y 24 años contrajeron matrimonio antes de tener 18 años. Un 10 por ciento de las mismas fueron forzadas a casarse antes de cumplir 15 años.
Sin embargo, el grupo activista Girls Not Brides (Niñas no Novias, en inglés) ha criticado que la ley en sí misma no es suficiente para prevenir y acabar con el matrimonio infantil en el país. "Es esencial que se capacite a las niñas, que se protejan sus derechos y que se les proporcionen alternativas significativas al matrimonio, que también sean valoradas por las comunidades, como una educación", ha declarado Ruth Koshal, de Girls Not Brides (GNB).
CONCIENCIAR CONTRA EL MATRIMONIO INFANTIL
El mes pasado, Gambia se convirtió en la nación número 13 en apoyar la campaña de la Unión Africana (UA) en contra del matrimonio infantil, que pretende concienciar a las comunidades de los riesgos que conllevan este tipo de prácticas.
Contraer matrimonio a una edad demasiado temprana elimina las posibilidades de muchas niñas de acceder a una educación, por lo que condiciona su futuro. Por otra parte, el riesgo de morir en el parto es mucho mayor si la madre es menor de edad y su cuerpo todavía no se ha desarrollado del todo. Las menores obligadas a casarse también suelen tener más riesgo de ser víctimas de violencia doméstica y abusos sexuales.
De acuerdo con una organización gambiana en defensa de los derechos de la mujer, Girls Agenda, el Gobierno de Gambia debería establecer vínculos con las comunidades para tratar de cambiar la percepción tradicional que se tiene del matrimonio infantil, en vez de amenazarlas con condenas de prisión, según ha declarado Isatou Geng, miembro de la ONG. "No creo que la solución sea encerrar a los padres en una celda, eso podría desencadenar protestas y rechazo a la medida", ha declarado Geng.