Refugiados sirios esperan cerca de una playa en el oeste de Turquía
UMIT BEKTAS / REUTERS
Actualizado: miércoles, 9 marzo 2016 14:18

DIDIM (TURQUÍA), 9 (Reuters/EP)

Los guardacostas turcos han interceptado este miércoles a decenas de inmigrantes y refugiados, la mayoría sirios, en diferentes calas de la costa turca del mar Egeo intentando cruzar a Grecia a pesar de los esfuerzos de Ankara para frenar el flujo de inmigrantes tras el acuerdo con la Unión Europea.

Según el acuerdo al que llegaron el lunes, Turquía acepta que la Unión Europea lleve de vuelta al país a todos los inmigrantes que lleguen de manera irregular a Grecia a cambio de recibir más financiación, el libre movimiento por Europa para los turcos y una aceleración de las conversaciones sobre la entrada de Turquía en la Unión Europea.

Además, bajo este acuerdo, la Unión Europea se comprometería a reubicar en su territorio a tantos demandantes de asilo desde Turquía como solicitantes de protección internacional sean rechazados en la frontera griega.

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, y los líderes de la Unión Europea han informado de que el objetivo es disuadir a los inmigrantes que llegan de forma ilegal a Europa y acabar con el negocio de las mafias que trafican con personas. Todos aquellos inmigrantes que lleguen "de manera ilegal" a Grecia "no serán parte del programa de reubicación", lo que limitará mucho sus posibilidades de recibir asilo en la UE, explicó el martes la canciller alemana, Angela Merkel.

Sin embargo, Naciones Unidas y grupos defensores de los Derechos Humanos han advertido de que el traslado masivo de refugiados a Turquía sin considerar de forma individual las solicitudes de asilo podría ser ilegal y han señalado que esto empuja a las familias a pagar a las mafias para poder entrar en Europa.

La llegada de inmigrantes y refugiados a varias ciudades costeras de Turquía ha hecho especular a algunos dueños de pequeños negocios sobre los posibles beneficios que van a obtener con los refugiados durante la temporada baja del turismo.

"Las tiendas, los hoteles, los restaurantes, todos sonreímos. Porque gracias a los refugiados comemos pan", ha explicado el dueño de un albergue de la ciudad de Esmirna, una de las ciudades más importantes de la costa turca y principal parada en la ruta de los inmigrantes hacia Europa.

CRÍTICAS AL ACUERDO

Más de un millón de personas han llegado a Europa desde 2015 huyendo de la guerra y la pobreza de Oriente Próximo y alrededores. La mayoría lo han hecho cruzando el mar Egeo desde Turquía hasta Grecia en pequeñas barcas, para luego seguir la ruta hacia el norte cruzando los Balcanes para llegar a Alemania.

La ONG Amnistía Internacional ha señalado que el acuerdo firmado por Turquía y la Unión Europea es "un golpe mortal al derecho de solicitud de asilo" y Médicos Sin Fronteras ha asegurado que es cínico e inhumano.

Sin embargo, Davutoglu ha insistido en que el acuerdo preliminar no impedirá a los refugiados sirios legítimos buscar asilo en Europa. Davutoglu y el primer ministro griego, Alexis Tsipras firmaron este martes una enmienda del acuerdo de readmisión para facilitar el regreso de ciudadanos de un tercer país.

"El objetivo aquí es frenar la inmigración ilegal, (...) identificar a los sirios que están en nuestros campamentos y a los que ha aceptado la Unión Europea, aunque no vamos a obligar a nadie a ir en contra de su voluntad, y llevarles por rutas seguras", explicó el primer ministro turco tras su encuentro con Tsipras en Esmirna.

Sin embargo, parece que este plan no va a salir adelante, algo que frustra a algunos residentes locales. "Hay que hacer todo lo que sea necesario. Los refugiados tienen que estar en un mismo lugar en mi opinión. Hay que hacer todo lo posible para asegurar la comodidad, la paz y el bienestar de todo el mundo", ha manifestado un residente de la ciudad de Esmirna. "Pongamos fin a este sinsentido", ha añadido.

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