El acuerdo entre la UE y Turquía, ilegal, inmoral y aberrante

Un niño inmigrante en medio de un charco en Idomeni
STOYAN NENOV / REUTERS
 
Actualizado: sábado, 12 marzo 2016 10:44

No pueden ponerse más vidas en riesgo por la ineptitud de las instituciones europeas

   MADRID, 12 Mar. (Por Paula San Pedro, responsable incidencia política en acción humanitaria de Oxfam Intermón) -

   El clamor, la denuncia y la sensación de que Europa y sus valores se derrumban ya han resonado desde los lugares más remotos desde que el lunes la Comisión Europea tuvo a bien lanzar su órdago ilegal. Uno no sabe si es una provocación en toda regla o si iban en serio, en cualquier caso la Unión Europea vuelve a poner en evidencia que el control fronterizo prima ante todo y que los derechos de las personas son una cuestión secundaria.

   Poco más se puede decir sobre este posible acuerdo con Turquía; es ilegal, es inmoral y es aberrante. De llevarse a la práctica, la UE abriría un precedente lamentablemente histórico.

   ¿Qué mensaje se lanzaría a otros países donde residen grandes cantidades de refugiados? ¿cómo reaccionarían gobiernos como el jordano o el tanzano? ¿qué pasaría con los derechos de los 20 millones de refugiados que hay en el mundo? El potencial riesgo es enorme y dudo que el presidente Jean-Claude Juncker lo sopesara cuando lanzó esta propuesta.

Idomeni   
Pero mientras esto ha llenado las portadas de los medios, los países europeos del este han asestado un nuevo golpe a la dignidad de las personas que están cruzando Europa en busca de refugio poniéndoles, una vez más, al extremo de sus posibilidades. De manera conjunta Macedonia, Serbia, Croacia y Eslovenia han decidido cerrar sus fronteras con el consentimiento explícito de la UE. Esto significa, en otras palabras, cerrar la ruta de los Balcanes. Idomeni ¿QUÉ PASARÁ EN LAS PRÓXIMAS SEMANAS?

   Su impacto se empieza a notar entre los que esperan poder continuar su camino, pero lo que ocurra en las próximas semanas es pura elucubración, para nada esperanzadora.

   - La ruta de los Balcanes se reducirá, pero será más peligrosa. En base a lo que se ha visto en otras zonas de tránsito, habrá menos gente pero con más necesidades de protección, con menos ayuda y mayor dependencia de las redes de traficantes.

   - La presión sobre Grecia aumentará. A medida que se hace efectivo el cierre de la frontera con Macedonia pero siguen llegando migrantes desde Turquía, la acumulación de gente en el país no dejará de incrementar poniendo a las autoridades y a las organizaciones, y por ende a las personas presentes, en una situación muy complicada.

   - Ante este contexto y frente al deseo de seguir camino, la gente seguirá abriendo nuevas rutas para llegar a su destino. Posibles vías podrían ser alcanzar Italia desde Albania o desde Egipto, cruzar Bulgaria o incluso atravesar Rusia para llegar a Finlandia.

   En cualquier caso esta reciente decisión pondrá a cientos de miles de familias en una situación de extrema vulnerabilidad teniendo que tomar decisiones radicales que puedan poner sus vidas en riesgo.

   La última hoja de ruta que propone la UE supera con creces las malas decisiones tomadas hasta ahora. No sólo son un atentado contra los principios en los que se fundamenta  las instituciones europeas, sino que de aprobarse el acuerdo supondría una violación del Derecho Internacional y del Convenio Europeo. Idomeni

   La urgencia es total y la UE se juega mucho. Para empezar, el acuerdo entre la UE y Turquía no puede ver la luz verde y España tiene la capacidad de bloquearlo. Pero además, la UE debe ofrecer vías seguras y legales a las personas que están varadas en los países en tránsito. No pueden ponerse más vidas en riesgo por la ineptitud de las instituciones europeas.

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