BRASILIA, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un exdirectivo de la constructura Odebrecht ha acusado al presidente de Brasil, Michel Temer, de presidir un encuentro celebrado en 2010 y en el que se solicitó a la empresa el pago de un soborno de 40 millones de reales (unos 12 millones de euros), algo que el propio mandatario se ha apresurado a desmentir.
La acusación forma parte del testimonio ofrecido ante las autoridades por el empresario Marcio Faria da Silva, antiguo vicepresidente de la rama industrial de Odebrecht. Según su versión, la oficina de Temer en Sao Paulo sirvió de escenario para una reunión en la que también participaron el expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha y el parlamentario Henrique Eduardo Alves, todos ellos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Faria aseguró que en la reunión se reclamó "una contribución importante" al partido a cambio de la concesión de un contrato con el gigante Petrobras, epicentro de una trama corrupta en Brasil. Los 40 millones de reales aludidos corresponderían al 5 por ciento del valor de este contrato, según recogen los medios brasileños.
RESPUESTA DE TEMER
"Amigos míos, no tengo miedo a los hechos, nunca lo he tenido. Lo que me causa repulsa es la mentira", ha afirmado Temer, en un mensaje publicado como respuesta al testimonio de Faria. El presidente ha reconocido que se reunió en 2010 "con el representante de una las mayores empresas del país", pero ha dicho que es "mentira" que en dicho encuentro se hablase de "negocios turbios".
"Eso nunca ha pasado, ni en esa reunión ni en ninguna otra que haya hecho a lo largo de mi vida pública con cualquier persona física o jurídica", ha añadido Temer. Por este motivo, confía en que las investigaciones judiciales terminen revelando "toda la verdad de los hechos".
Temer también tiene pendiente un proceso abierto en el Tribunal Electoral y en el que se analiza la presunta financiación irregular de la campaña de 2014, en la que se presentó como compañero de fórmula de su entonces aliada Dilma Rousseff