MADRID 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente electo de Gambia, Adama Barrow, supone una "oportunidad para la democracia" tras emerger como vencedor en unos históricos comicios que han puesto fin a 22 años de mandato con puño de hierro de su predecesor, Yahya Jamé, aunque el periodo de transición que se abre no está "exento de riesgos" para el país africano, según ha valorado la ONG Human Rights Watch (HRW) tras conocer el resultado de las elecciones.
"Las elecciones del jueves tuvieron lugar sin violencia ni interferencia política aparente", ha declarado el director adjunto de programas para África de HRW, Babatunde Olugboji. "Eso es una victoria para la democracia en un país al que se le ha negado durante mucho tiempo", ha aplaudido.
El activista humanitario ha destacado, no obstante que, "dado el pasado" del régimen de Jamé, marcado "por la intimidación y el acoso contra cualquier persona percibida como un opositor", el periodo de transición "entraña riesgos" para el país.
Por ello, HRW solicita que "las fuerzas de seguridad gambianas sigan demostrando su respeto por los Derechos Humanos y la ley", de acuerdo con Olugboji, quien no obstante ha querido resaltar que "se abre una oportunidad para que los gambianos dejen su miedo atrás y sitúen los Derechos Humanos en un lugar privilegiado".
De la misma opinión es la investigadora para África de Amnistía Internacional, Sabrina Mathani. "La futura administración de Gambia tiene el inmenso deber de transformar la situación de los Derechos Humanos en Gambia", ha apuntado Mathani, "liberar a los prisioneros políticos, eliminar leyes represivas y consolidar las nuevas libertades que se acaban de encontrar".
DE GUARDIA DE SEGURIDAD A NUEVO PRESIDENTE
Barrow, de 51 años de edad, nació en la localidad de Mankamang Kunda, un pequeño pueblo a pocos kilómetros de Basse Santu, en el extremo occidental de Gambia.
De joven, Barrow obtuvo una beca para continuar sus estudios en una escuela secundaria islámica y comenzó a trabajar para la empresa Alhagie Musa & Sons durante varios años antes de postularse para el cargo de director de ventas. Fue en 1996 cuando se unió al Partido Unido Democrático (PUD).
Además, ha recibido educación en Reino Unido --donde llegó a desempeñar un trabajo temporal de guarida de seguridad e incluso detuvo a un ladrón de tiendas--. A su regreso a Gambia en 2006, Barrow usó su título como graduado en derecho y gestión inmobiliaria para crear su propio negocio, donde acumularía la fortuna suficiente como para lanzar su carrera política.
El pasado mes de octubre, Barrow fue elegido como candidato por el PUD, una coalición integrada por los principales partidos de la oposición, y desde entonces ha desarrollado una campaña electoral en pro de la modernización del país.
"Los votantes saben que soy genuino y que estoy preparado para el cambio, y por eso es por lo que deberían confiar en mí", ha dicho, en una entrevista concedida esta semana a la cadena de televisión británica BBC.
"Tenemos colegios, pero no profesores, ni sillas, ni buen material educativo. Tenemos hospitales, pero no medicinas ni doctores cualificados", lamentó.