STUTTGART (ALEMANIA), 1 (Reuters/EP)
El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha incluido finalmente en su programa que el Islam no es compatible con la Constitución alemana y la prohibición de los alminares y los burqas. Este fin de semana se ha celebrado el congreso de AfD en la ciudad alemana de Stuttgart.
Tras un bronco debate durante el segundo día del congreso, la mayoría de los 2.000 afiliados del partido que participaban en la cita han acogido favorablemente los llamamientos lanzados desde la tribuna contra los "símbolos islámicos de poder" y han abucheado la defensa del diálogo con la comunidad musulmana de Alemania.
"El islam no es ajeno y por esa razón o puede invocar el principio de la libertad religiosa igual que el Cristianismo", ha argumentado un diputado regional de AfD en Sajonia-Anhalt, Hans-Thomas Tillschneider, un planteamiento acogido con estruendosos aplausos.
Así, el programa de AfD incluye finalmente un apartado titulado "El Islam no forma parte de Alemania", en clara referencia a las reiteradas afirmaciones de la canciller, Angela Merkel, quien defiende que la libertad religiosas está garantizada por la Constitución y que el Islam pertenece a Alemania.
Ahora, el programa de AfD exige prohibir los alminares o minaretes --las torres de las mezquitas utilizadas para llamar a la oración-- y el burqa, el velo completo utilizado por las mujeres en las sociedades islámicas más conservadoras.
El sábado unos 2.000 manifestantes antifascistas se congregaron ante el lugar del congreso de AfD y unos 500 fueron detenidos por un breve periodo de tiempo, según la Policía, que apunta a que hasta diez policías resultaron heridos leves.
En Alemania viven unos cuatro millones de musulmanes, es decir, el cinco por ciento de l apoblación. Muchas familias muslmanas asentadas desde hace tiempo en Alemania proceden de Turquía, pero el pasado año han llegado en particular afganos, sirios e iraquíes huyendo de la guerra.
AfD cuenta ahora mismo con representación en ocho de los 16 estados federales de Alemania y pretende irrumpir en el Bundestag, el Parlamento federal, en las elecciones de otoño de 2017, tres años después de su creación, pero es en el congreso de este fin de semana en el que se elaborará su primer documento ideológico de fondo.
Hasta ahora se ha definido como un partido "conservador, liberal y patriótico", pero a menudo su discurso gira en torno al rechazo del Islam, la inmigración y a unos planteamientos euroescépticos. Sus dirigentes defienden un sistema fiscal por tramos y la abolición del impuesto de suceciones, una medida que beneficiaría a los sectores más pudientes de la sociedad.
El presidente de la Confederación Sindical Alemana (DGB), Reiner Hoffmann, ha criticado el discurso de AfD. "Su alternativa es simple, gris e incoherente", ha afirmado durante las celebraciones del Primero de Mayo en Stuttgart.
Para Hoffmann, AfD no solo protagoniza una campaña de odio contra los refugioados, sino que además defiende una política fiscal contraria a los intereses de los trabajadores.