LONDRES 15 Jul. (Reuters/EP) -
Tras más de tres décadas sufriendo las consecuencias de la guerra, Afganistán continuó en 2014 como el país más peligroso del mundo para los cooperantes, con más del 25 por ciento de los ataques que sufrió este colectivo en todo el mundo, según un estudio elaborado por el centro Humanitarian Outcomes.
En 2014, hubo 54 ataques a trabajadores humanitarios en Afganistán, donde la seguridad se ha ido deteriorando desde que las tropas extranjeras empezaron a retirarse en 2011.
Nueve empleados afganos de una organización checa, People in Need, murieron asesinados a disparos por milicianos sin identificar en el norte de la provincia de Balj en junio. En abril, los cuerpos de cinco cooperantes afganos de Save the Children fueron encontrados 39 días después de su secuestro por los talibán en la provincia de Uruzgan.
En todo el mundo, hubo 190 ataques a operaciones humanitarias en 2014, lo que supone una caída de aproximadamente el 30 por ciento del máximo histórico alcanzado en 2013, según el estudio de Humanitarian Outcomes.
En total, 329 cooperantes fueron atacados en 27 países, de los cuales 120 murieron asesinados, 88 resultaron heridos y 121 fueron secuestrados, según consta en el Informe sobre la Seguridad de los Cooperantes 2015, que se publicará en su totalidad en otoño.
"El hecho de que el numero de víctimas sea menor en 2014 que en el año anterior se basa más en el aumento de 2013 que en que las condiciones sean más seguras para los cooperantes", ha explicado Abby Stoddard, una de los autores del informe.
"El número de ataques en 2014 es aún más alto que en los años anteriores, pero las agencias de ayuda humanitaria se han visto más reacias al riesgo y están cambiando sus formas de trabajar", ha añadido.
Stoddard ha dicho que estas cifras se centran principalmente en cinco países en los que la situación de los trabajadores humanitarios es muy arriesgada y que acumulan el 65 por ciento de los ataques: Afganistán, Siria, Sudán del Sur, República Centroafricana y Pakistán.