MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Afganistán ha condenado firmemente este miércoles los trabajos construcción de una valla fronteriza por parte de Pakistán, advirtiendo de que las fuerzas de seguridad "están dispuestas a defender la soberanía nacional".
El portavoz del Ministerio de Exteriores afgano, Ahmad Shekib Mostaghni, ha denunciado que Pakistán ha violado "en numerosas ocasiones" la frontera común, apuntando a disparos de artillería, maniobras militares aéreas y terrestres e instalación de vallas.
Asimismo, ha recordado que las disputas en torno a la Línea Durand son "un problema histórico", abogando por un referéndum para solucionarlo, según ha informado la agencia afgana de noticias Jaama Press.
En los últimos meses, Afganistán ha denunciado varios intentos de Pakistán por construir puestos de control militares en áreas de la frontera --conocida como Línea Durand-- que considera que pertenecen a su territorio.
La Línea Durand se extiende 2.640 kilómetros y marca la frontera entre ambos países. Fue establecida en 1893 tras un acuerdo entre el entonces secretario de Exteriores británico en India, Mortimer Durand, y el emir afgano Abdur Rahman Jan para delimitar las esferas de influencia.
Tras la independencia de Pakistán, Islamabad pasó a reconocerla como su frontera con Afganistán, si bien Kabul no dio tal paso. Esta línea divide a las comunidades pashtunes y baluches que viven a ambos lados de la frontera, lo que ha provocado disputas en ambos países.
El jefe del Ejército paquistaní, Qamar Javed Bajua, anunció el lunes el inicio de los trabajos de construcción de la valla, que se extenderá unos 2.500 kilómetros en la disputada frontera, alegando medidas de seguridad.
Así, detalló que la valla fronteriza inicial se centrará en "las zonas de alta amenaza" de Bajaur y Mohmand, dentro de las Áreas Tribales de Administración Federal (FATA), que hacen frontera con las provincias afganas orientales de Nangarhar y Kunar.
La tensión en las relaciones entre Kabul e Islamabad ha aumentado en los últimos años, con ambos países acusándose mutuamente de no hacer lo suficiente por enfrentarse a los talibán paquistaníes y afganos.
Pakistán ha culpado a los talibán paquistaníes de situarse en suelo afgano tras una serie de ataques en el país durante los últimos meses, y ha instado a los afganos a erradicar los "santuarios" de milicianos.
Con motivo de estos ataques, a principios de este mes Islamabad cerró temporalmente los principales puntos de paso a lo largo de la línea fronteriza de Durand, constituida en 1893 y rechazada por Kabul.
Afganistán, por su parte, ha acusado a Pakistán de hacer la vista gorda con los talibán afganos, así como apoyar al grupo miliciano, algo que Islamabad niega.
Pakistán alberga desde hace tiempo ambiciones para sellar su frontera, que carece de patrullas de control y es montañosa en muchos tramos. En 2007, el Ejército dijo que estaba vallando y minando un tramo de 35 kilómetros de frontera en la región de Waziristán del Norte, en las FATA, para evitar que los milicianos crucen el terreno escabroso.
Los esfuerzos para establecer una presencia permanente en la frontera han enojado a Kabul. El año pasado, el intento de Pakistán de construir una barrera en el cruce principal de Torjam terminó en escaramuzas transfronterizas.