La agencia estatal yemení confirma la ruptura de relaciones diplomáticas de Yemen con Irán

ADÉN 3 Oct. (Reuters/EP) -

El Gobierno yemení del presidente Abdo Rabbu Mansur Hadi, respaldado por Arabia Saudí, ha decidido romper relaciones diplomáticas con Irán, según ha confirmado la agencia estatal de noticias yemení, después de que un portavoz del Gobierno lo desmintiera previamente.

La agencia de noticias estatal Saba, citando a una persona sin identificar en la Presidencia, ha asegurado que Yemen "ha tomado la decisión de expulsar al embajador iraní en Yemen, retirar al enviado yemení de Teherán y cerrar su misión diplomática en Irán".

Según esta misma fuente, esta medida se ha tomado como protesta contra las "continuadas interferencias de Irán en los asuntos internos de Yemen y la violación (por parte de Teherán) de su soberanía nacional", citando un reciente incidente con una embarcación iraní cargada de armas.

Las fuerzas de la coalición saudíes, que han estado luchando contra los huthis durante los últimos seis meses para intentar devolver el poder a Hadi, aseguraron el viernes que habían interceptado un barco pesquero iraní cargado con armas que supuestamente iba destinado a los huthis.

El conflicto de Yemen ha servido desde finales del año pasado como tablero para la lucha de poderes entre las distintas potencias de Oriente Próximo. Arabia Saudí, gobernada por un régimen suní, ha lanzado operaciones militares para ayudar a los fieles a Hadi, mientras que el chií Irán se ha inclinado hacia los huthis sin revelar el alcance exacto de su colaboración.

A primera hora del viernes, la cadena estatal Aden TV informó de que el Gobierno yemení había decidido romper las relaciones diplomáticas con Teherán, sin dar detalles de esta información ni citar a ninguna fuente. En respuesta a estas informaciones, el portavoz del Gobierno Rajeh Badi aseguró que Yemen no había tomado aún la decisión de paralizar sus relaciones con Irán.

Por su parte, Irán ha expulsado al 'número dos' de la Embajada de Bahréin en Teherán, en respuesta a una orden idéntica de Manama, como parte de una crisis diplomática que ha estallado a raíz del hallazgo de una fábrica de explosivos vinculada a la República Islámica.