MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) han solicitado este martes 266 millones de dólares (unos 220 millones de euros), ya que se han visto obligados a reducir las raciones de alimentos hasta en un 60 por ciento y el déficit de fondos pone en peligro a unos tres millones de refugiados en África oriental.
En el contexto de la pandemia de la COVID-19, las agencias detallan que la situación se ve agravada por los cierres y las medidas para contener la expansión del virus, factores que han propiciado la reducción de las existencias de alimentos en los mercados de refugiados y han limitado la capacidad de estos de mantener a sus familias a través de trabajos ocasionales.
En este sentido, "la pandemia ha sido devastadora para todos, pero aún más para los refugiados", ha lamentado la directora de la oficina regional de ACNUR para África oriental, Cuerno de África y Grandes Lagos, Clementine Nkweta-Salami. Esta oficina cubre 11 países, hogar de unos 4,7 millones de refugiados, un 72 por ciento de los cuales enfrenta recorte de alimentos.
Por esto, "a menos que se disponga de más fondos, miles de refugiados, incluidos niños, no tendrán suficiente para comer", ha advertido Nkweta-Salami.
De hecho, la representante de Naciones Unidas ha relatado este martes que los refugiados han adoptado estrategias "negativas" para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas, como saltarse o reducir las comidas, obtener préstamos con altos intereses, vender activos, trabajo infantil y aumento de la violencia doméstica, ante la "desesperación y un sentimiento de no tener alternativa".
El PMA se ha visto obligado a recortar la asistencia mensual en seis países, desde el 16 por ciento hasta el 60 por ciento, y el director regional de la agencia para África oriental, Michael Dunford, ha confesado que "nunca hemos tenido una situación de financiación tan terrible para los refugiados".
Por ejemplo, el PMA ha tenido que recortar en un 60 por ciento el apoyo en Ruanda, una situación "sin precedentes", ya que unas 140.000 personas de República Democrática del Congo y Burundi han encontrado refugio en el país. El PMA necesita 11 millones de dólares (unos nueve millones de euros) para seguir ayudando en el país.
También en Kenia, el PMA se ha visto obligado a reducir las raciones de alimentos para 147.000 refugiados en un 40 por ciento y necesitará 61 millones de dólares (unos 50,4 millones de euros) para las de marzo a agosto.
Asimismo, necesita 17 millones de dólares para Tanzania (unos 14 millones de euros), 77 millones (unos 63,7 millones de euros) para Uganda y 82 millones (unos 67,8 millones de euros) para ayudar a un millón de refugiados en Sudán del Sur, Etiopía y Yibuti.