MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -
Hasta seis terroristas han sido ahorcados en la prisión de Pul e Charji, en Kabul, a petición directa del presidente, Ashraf Ghani, en represalia por el reciente atentado en Kabul contra una unidad de protección de personalidades en el que murieron al menos 64 personas y 347 resultaron heridas.
Los talibán reivindicaron la autoría de este ataque, pero las autoridades barajan la implicación de la Red Haqqani en la preparación y la realización del ataque. Por ello, se han elevado las peticiones de ejecución de las penas capitales impuestas a terroristas presos, incluido Anas Haqqani.
Amnistía Internacional lanzó un llamamiento al presidente Ghani para que no firmara las órdenes de ejecución. "El Gobierno busca una venganza apresurada por los horrendos atentados que mataron a más de 64 personas en Kabul el mes pasado (pero) no dará así a las víctimas la justicia que merecen ni la seguridad que Afganistán necesita", argumentaba el subdirector para el sur de Asia de Amnistía, Jameen Kaur.
También este domingo el Ejército afgano ha informado de la muerte de 45 milicianos y de heridas causadas a otros 80 en un ataque coordinado fallido de los talibán en la provincia de Kunar (este). También han muerto un soldado y tres más han resultado heridos.
El incidente ha ocurrido en el distrito de Ghaziabad, cuando los insurgentes han atacado varios emplazamientos de las fuerzas de seguridad, pero fueron rechazados por las fuerzas militares.
El portavoz talibán, Zabihulá Muyahid, ha reconocido dos milicianos muertos y cinco heridos. Además murieron once soldados y varios más resultaron heridos, siempre según el portavoz talibán.