Un militar turco en Ankara
UMIT BEKTAS / REUTERS
Actualizado: martes, 19 julio 2016 13:06


MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -

Amnistía Internacional ha denunciado "abusos" contra las miles de personas que han sido detenidas en Turquía por su presunta implicación en el fallido golpe de Estado, evidenciando así que "los Derechos Humanos corren peligro" en el país, por lo que ha pedido a las autoridades turcas que "tomen conciencia" del Estado de Derecho.

Más de 7.000 personas pertenecientes a todas las instituciones del Estado han sido arrestadas desde el pasado viernes, cuando un grupo de militares lanzó un golpe de Estado para restaurar "la democracia secular", en relación con estos hechos.

El director de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central, John Dalhuisen, ha considerado "alarmante" el "gran número de detenciones", sobre todo porque, de acuerdo con la ONG, "ya hay informes según los cuales personas detenidas en Ankara y Estambul han sufrido una serie de abusos, incluidos malos tratos".

Además, AI teme que "las detenciones y suspensiones masivas" se extiendan a "periodistas y activistas de la sociedad civil", dado "el contexto de creciente intolerancia de la disidencia pacífica por parte del Gobierno turco".

"Pedimos a las autoridades turcas que muestren contención y respeto al Estado de Derecho a la hora de realizar las investigaciones necesarias y que sometan a todas las personas detenidas a un juicio con las debidas garantías y pongan en libertad a todas contra las cuales no tengan pruebas concretas de su participación en actos delictivos", ha dicho.

La organización humanitaria también ha expresado su "preocupación" por los planes del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de restaurar la pena de muerte para aplicarla con carácter retroactivo a los golpistas. "Hacerlo supondría una violación de los convenios de Derechos Humanos y de la Constitución turca", ha sostenido.

Con todo ello, AI no ha dudado en afirmar que "los Derechos Humanos corren peligro en Turquía tras el sangriento golpe de Estado" y ha pedido al Gobierno que los respete "como no hicieron los golpistas". "Lo último que necesita Turquía es un retroceso", ha subrayado.

"El intento golpista desencadenó una oleada de violencia terrible y los responsables (...) deben comparecer ante la Justicia, pero reprimir la disidencia y amenazar con restablecer la pena de muerte no es Justicia", ha recalcado Dalhuisen.

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