BEIRUT 8 Abr. (Reuters/EP) -
La organización Amnistía Internacional (AI) ha asegurado este miércoles que al menos 18 civiles han sido asesinados en el asentamiento de refugiados palestinos de Yarmuk, en el sur de Damasco, desde que milicianos del grupo terrorista Estado Islámico se adentraron en el enclave para hacerse con su control.
Las víctimas han muerto por disparos de francotiradores y bombardeos aéreos y, entre ellas, se encuentra una niña de 12 años y un cooperante, según la organización de defensa de los Derechos Humanos. Amnistía también ha advertido de que miles de ciudadanos siguen en peligro por los combates en la zona y los ataques de la Fuerza Aérea siria.
"Tras sufrir durante dos años un devastador asedio impuesto por el Gobierno, ahora están acorralados por los francotiradores, temiendo por sus vidas mientras los bombardeos y los ataques aéreos se intensifican", ha manifestado el subdirector de AI para Oriente Próximo y el norte de África, Hassiba Hadj Sahraoui.
Según Naciones Unidas, solo unas pocas personas han conseguido escapar de Yarmuk desde la irrupción del Estado Islámico la semana pasada. El Consejo de Seguridad de la ONU afirmó este lunes que estudiará cómo ayudar a los asediados. El máximo responsable de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Pierre Krahenbuhl, ha pedido a los civiles que evacuen la zona.
3.500 NIÑOS EN PELIGRO
El portavoz de la UNRWA, Chris Gunness, ha manifestado que "las cosas en Yarmuk están llegando a un punto de grave inhumanidad" y ha avisado de que 3.500 niños están en peligro. "Lo que queremos evitar es una matanza de inocentes, porque vemos niños en riesgo a medida que este conflicto despiadado continúa", ha aseverado.
El presidente del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, Rami Abdulrahmán, ha asegurado que el Estado Islámico mantiene el control de la mayor parte de Yarmuk y que el Ejército sirio ha intensificado sus bombardeos contra el emplazamiento.
El grupo terrorista, que controla una zona extensa del norte de Siria y de Irak, tomó la semana pasada el control de gran parte del asentamiento de refugiados, que se encuentra a solo unos kilómetros del palacio del presidente sirio, Bashar al Assad. Desde entonces, sus milicianos se han enfrentado con facciones rivales armadas de Yarmuk, entre las que se encuentra Aknaf Beit al Maqdis, una milica anti-Assad de palestinos y sirios.
El campo ya era terreno de enfrentamientos antes del asedio del Estado Islámico. Sus aproximadamente 18.000 habitantes han sufrido escasez de comida, agua y soporte médico. Antes de que estallara el conflicto sirio en 2011, medio millón de palestinos vivían en Yarmuk, pero la mayoría de ellos han huido. La guerra ha desplazado a millones de personas y ha acabado con 220.000 vidas.