Archivo - Imagen de archivo de una manifestación propalestina en Leipzig, Alemania - Jan Woitas/dpa - Archivo
La ONG apunta a un "uso indebido" del antisemitismo como herramienta de represión
MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ONG Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este martes las "discriminatorias" restricciones de financiación de Gobiernos europeos a organizaciones de Derechos Humanos palestinas, y ha denunciado el "doble rasero" europeo al hacer un "uso indebido del antisemitismo como herramienta de represión".
AI, en una carta conjunta con cerca de otro centenar de organizaciones dirigida a la Unión Europea, ha expresado preocupación por el impacto de restringir la financiación a las organizaciones palestinas, manifestando que estas medidas "dañarían aún más la credibilidad" de Bruselas como "autoproclamada defensora de los Derechos Humanos".
La directora de la oficina de Instituciones Europeas de AI, Eve Geddie, ha subrayado que los Derechos Humanos en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados "ya se encuentran en una profunda crisis", por lo que las asociaciones tanto palestinas como israelíes en la región "realizan un trabajo crucial para proteger los derechos de las personas".
"Algunos actúan como guardianes de las violaciones sistemáticas de los derechos de los palestinos por parte de las autoridades israelíes con impunidad, otros brindan representación legal gratuita a víctimas que de otro modo se quedarían sin apoyo en su búsqueda de justicia. Restringir únicamente la financiación de las organizaciones palestinas es discriminatorio y las silenciaría al obstaculizar su vital labor y privaría aún más a las víctimas de cualquier perspectiva de protección", ha manifestado.
Tanto la Comisión Europea como algunos países europeos --Austria, Dinamarca, Alemania, Suecia y Suiza-- han tomado medidas para suspender o restringir la financiación a organizaciones de la sociedad civil palestina sobre la base de acusaciones infundadas de que la financiación se ha desviado a supuestas organizaciones terroristas o que se utilizan para "incitar el odio y la violencia".
El Ejecutivo comunitario anunció que "hasta la fecha no se ha encontrado ninguna prueba de que se haya desviado dinero para fines no previstos, pero anunció la introducción de cláusulas contractuales "contra la incitación" en los nuevos contratos con ONG palestinas que obligan a los beneficiarios a declarar que no incitarán al odio y a someterse a un "monitoreo de terceros" para garantizar su cumplimiento.
Aplicar esta cláusula únicamente a las organizaciones palestinas, indica Amnistía, estigmatiza a los palestinos y alienta a incitar al odio. Estas acusaciones "movilizan estereotipos racistas e islamófobos de larga data que retratan a árabes y musulmanes como propensos a la violencia y terroristas potenciales". Pese a que algunas de las medidas en materia de financiación tuvieron lugar antes de los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) del 7 de octubre, desde entonces se han intensificado.
Mientras que Geddie ha señalado que es "esencial" que los Gobiernos europeos donantes garanticen la rendición de cuentas y la transparencia de todos los socios, ha cuestionado las razones para limitar la labor de las organizaciones palestinas que están documentando violaciones de Derechos Humanos por parte del Gobierno israelí y que tienen que "defenderse repetidamente de acusaciones de antisemitismo".
"Agregar cláusulas 'contra la incitación' a los contratos de organizaciones palestinas únicamente y someterlas a un 'monitoreo de terceros' huele a postura política, es discriminatorio y refuerza las suposiciones racistas hacia los palestinos y aquellos que defienden los derechos humanos de los palestinos", ha agregado AI, que reconoce que es "vital" que los Estados miembros de la UE combatan "todas las formas de racismo" y discriminación.
Tras ello, AI ha indicado que los llamamientos del Gobierno israelí a "matar, desplazar por la fuerza o utilizar armas nucleares contra palestinos", entre otras amenazas, no han provocado una reacción parecida en los países europeos, que no han establecido requisitos similares para las organizaciones de Israel. "Este flagrante doble rasero no sólo es discriminatorio, sino que también demuestra un enfoque preocupantemente selectivo de los Derechos Humanos", ha aseverado.
En este sentido, Geddie ha apuntado a autoridades israelíes y funcionarios de varios países de Europa por haber utilizado acusaciones "infundadas de antisemitismo para silenciar las críticas a Israel" en materia de violaciones del Derecho Internacional, "incluido el actual sistema de apartheid impuesto a los palestinos. Esta situación llega a criminalizar a activistas judíos que están expresando solidaridad con los palestinos y defendiendo sus derechos.
"Ante el creciente antisemitismo, los líderes europeos tienen la obligación de tomar medidas para proteger a las poblaciones judías; sin embargo, combinar la defensa de los derechos de los palestinos con el antisemitismo y señalar a los palestinos y árabes por el aumento del antisemitismo es contraproducente y sólo alimenta más odio", ha afirmado.
Es por ello que ha hecho un llamamiento a la Unión Europea y otros donantes para que garanticen la reanudación de la financiación, sin implementar restricciones "innecesarias y discriminatorias", que han estigmatizado a lo migrantes en países de mayoría musulmana "culpándolos del creciente antisemitismo en Europa".
"Si la UE cree que las salvaguardias actuales no son suficientes para abordar la incitación, entonces debería adoptar salvaguardias más estrictas para todos los contratos, incluidos Israel y dentro de Europa, en lugar de señalar a los palestinos por motivos racistas y sin envalentonar o respaldar políticas y leyes que socavar los Derechos Humanos", ha zanjado Geddie.