Asegura que les obligaron a firmar un documento en el que declaraban que volvían de forma voluntaria
MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional ha asegurado este miércoles que la "farsa" de que Turquía es un "país seguro" para los refugiados ha quedado al descubierto después de que las autoridades de Ankara hayan repatriado a "decenas de afganos" que habían solicitado asilo en Europa por temor a los ataques de los talibán.
En un comunicado, la organización no gubernamental ha dicho que la repatriación ha afectado a unos "30 solicitantes de asilo afganos" y ha subrayado que "sigue la constante de devoluciones y otros abusos contra personas sirias y de otras nacionalidades" que documentó en diciembre de 2015.
"La devolución por Turquía de alrededor de 30 solicitantes de asilo afganos tras la entrada en vigor del acuerdo sobre refugiados de la Unión Europea y Turquía demuestra que la aplicación de este acuerdo pondrá en peligro la vida de personas refugiadas desde el primer momento", ha explicado.
LA DEVOLUCIÓN "VIOLA LA LEGISLACIÓN EUROPEA"
Amnistía ha asegurado que ha recibido información "digna de crédito" que indica que Turquía "ha violado la legislación europea y la internacional al devolver a Kabul a los solicitantes de asilo "sin darles acceso a un procedimiento de concesión de asilo".
"Ni siquiera se había secado la tinta del acuerdo UE-Turquía cuando varias decenas de personas afganas fueron devueltas a un país donde su vida podría estar en peligro. Este recientísimo episodio pone de relieve el riesgo de devolver a solicitantes de asilo a Turquía y las repercusiones que tendrá probablemente el acuerdo para las personas refugiadas en tránsito en Turquía. Es como ver descarrilar un tren a cámara lenta", ha afirmado John Dalhuisen, director para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
En este sentido, ha contado que, pocas horas después de que los líderes de la Unión Europea y de Turquía firmaran el acuerdo en Bruselas, recibió una llamada "llena de pánico" de un solicitante de asilo afgano que denunció que le devolvían a Kabul, "junto con alrededor de otros 30 hombres, mujeres y menores afganos", después de que les denegaran su solicitud de asilo en Turquía.
"H. R. dijo que formaba parte de un grupo que intentaba llegar a Grecia en barco. La guardia costera turca los aprehendió y luego los detuvo en la ciudad de Esmirna, en la costa occidental del país.
Tras cinco días de detención, lo obligaron físicamente a poner la huella del pulgar en un documento en el que accedía a volver voluntariamente a Afganistán. No le dieron copia del documento", ha relatado la organización.
"LOS TALIBÁN NOS MATARÁN"
El solicitante de asilo dijo a la ONG que no querían volver a su país porque allí están "en peligro". "Si volvemos los talibán nos matarán", les comunicó. AI ha dicho que el vuelo de Ankara a Kabul salió de madrugada el 19 de marzo y que ha visto la tarjeta de embarque del solicitante de asilo que le contó lo sucedido y un documento de viaje emitido por las autoridades afganas en Turquía que "aparentemente muestra que fue "expulsado por entrada ilegal" en territorio turco.
"Aunque H. R. respondió a los mensajes a media mañana del domingo en Kabul, los intentos posteriores de comunicarse con él han sido infructuosos y su teléfono está aparentemente apagado.
Cuando Amnistía Internacional se puso en contacto con la Dirección General de Gestión de la Migración turca, ésta reconoció el regreso de 27 afganos, pero insistió en que todos habían vuelto voluntariamente y que ninguno había pedido asilo", ha explicado.
Amnistía ha hecho hincapié en que los hechos narrados por este afgano "son idénticos a las devoluciones y otros abusos" que la ONG ya documentó en un informe de diciembre de 2015. Entonces, la organización "constató" que "se aprehendía a personas refugiadas y solicitantes de asilo en la frontera occidental, se las detenía sin acceso a abogados y luego se las devolvía a Siria e Irak tras obligarlas a firmar documentos de 'regreso voluntario'".
En este sentido, ha recordado que la Unión Europea respondió entonces que mantendría este "grave asunto en estudio", aunque "sigue sin reconocer las violaciones documentadas por Amnistía Internacional".
Tras advertir de que "sin puntos de referencia en materia de Derechos Humanos ni una supervisión independiente de la aplicación del acuerdo UE-Turquía, no hay garantías de que estos abusos no se repitan", AI ha recalcado que las devoluciones a Turquía no pueden hacerse partiendo de la base de que es "un país seguro" para las personas refugiadas.
"La UE debe adoptar un plan de reasentamiento independiente y trabajar con su socio turco para poner fin a los abusos contra los derechos de los refugiados", ha concluido John Dalhuisen.