Pide a las autoridades libias que ponga fin a la reclusión sistemática de los refugiados e inmigrantes
MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
Las personas refugiadas y migrantes en Libia son víctimas de violaciones sexuales, torturas y secuestros a manos de traficantes y contrabandistas, además de ser objeto de explotación sistemática por parte de sus empleadores, persecución religiosa y otros abusos de grupos armados y bandas de delincuentes, ha denunciado este lunes Amnistía Internacional.
En su informe 'Libia está lleno de crueldad: historias de secuestro, violencia sexual y abuso de inmigrantes y refugiados', la organización describe el horror y el sufrimiento de estas personas en Libia, muchas de las cuales optan por embarcarse en la peligrosa travesía del Mediterráneo para buscar refugio en Europa.
"Las terroríficas condiciones en las que viven las personas migrantes, unidas a la cada vez mayor anarquía reinante y a los conflictos armados que asolan el país, ponen claramente de manifiesto hasta qué punto es peligroso vivir hoy día en Libia", ha destacado el director del Programa Regional para Oriente Próximo y el Norte de África de AI, Philip Luther.
"Al no tener a su alcance vías legales que les permitan escapar y buscar seguridad, estas personas no tienen más remedio que ponerse en manos de traficantes, que las extorsionan, las someten a abusos y las agreden sin piedad", ha denunciado.
Luther ha lamentado "la comunidad internacional ha visto, impasible, cómo Libia se ha ido sumergiendo en el caos desde que terminó la campaña militar de la OTAN, en 2011, y ha permitido, de hecho, que las milicias y los grupos armados actúen sin cortapisas".
"Los líderes mundiales son responsables y deben estar preparados para afrontar las consecuencias, incluido el mayor flujo de refugiados y migrantes que huyen del conflicto y de los abusos incontrolados de Libia. Los solicitantes de asilo y los migrantes están entre las personas más vulnerables de Libia, y no debemos olvidar su difícil situación."
Durante años, Libia ha sido un país tanto de destino como de tránsito para personas refugiadas y migrantes del África Subsahariana y de Oriente Próximo que huyen de la pobreza, de los conflictos o de la persecución, recuerda AI. Muchas de ellas se dirigían a Libia con la esperanza de llegar a Europa.
Sin embargo, el recrudecimiento de la anarquía y de las amenazas de los grupos armados ha agravado los riesgos a los que se exponen, y ha empujado a huir en barco a Europa incluso a comunidades estables de migrantes que llevaban años viviendo y trabajando en Libia, explica la organización. Según datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, más de 1.800 inmigrantes han muerto en lo que va de año en esta travesía.
Según explica Amnistía, otra de las razones por las que muchas de estas personas tratan de huir son los abusos que sufren en los centros de detención para inmigrantes, donde miles de refugiados y migrantes, incluidos niños y niñas, permanecen recluidos indefinidamente, en condiciones deplorables.
PAPEL DE LA UE
Así las cosas, la organización ha acogido con "satisfacción" el compromiso de los líderes de la UE de "destinar más recursos a las tareas de búsqueda y rescate, pero aun así, la gente seguirá muriendo ahogada en el Mediterráneo a menos que se faciliten sin demora embarcaciones de rescate, las envíen a los lugares donde más se necesitan, es decir, a aquellos donde se registran más peticiones de socorro, y permanezcan disponibles mientras siga habiendo tantos refugiados y migrantes que abandonan Libia", ha reclamado Philip Luther.
Asimismo, el Consejo Europeo comunicó su intención de redoblar esfuerzos para identificar, capturar y destruir embarcaciones antes de que los traficantes puedan utilizarlas. De aplicarse estas medidas, miles de personas migrantes y refugiadas podrían verse atrapadas en una zona de conflicto, ha alertado la ONG.
"La introducción de medidas para luchar contra el tráfico de personas, sin facilitar al mismo tiempo rutas seguras para aquellas personas desesperadas por huir del conflicto en Libia, no resolverá la angustiosa situación de la población migrante y refugiada", ha argumentado Philip Luther.
Egipto y Túnez han endurecido también los controles fronterizos por temor a que se extienda a sus territorios el conflicto de Libia. "El mundo no puede seguir incumpliendo su obligación de ofrecer protección a cualquier persona que huya de estos atroces abusos", ha defendido el responsable de AI.
"Los países vecinos, como Túnez y Egipto, deben mantener abiertas las fronteras para garantizar que cualquier persona que huya de la violencia y de la persecución en Libia tenga a su disposición un refugio seguro", ha agregado.
Asimismo, AI ha pedido a los países ricos que ofrezcan más plazas de reasentamiento para personas refugiadas vulnerables, y a la comunidad internacional, que tome medidas efectivas para combatir con urgencia los abusos contra los Derechos Humanos y las violaciones graves del Derecho Internacional Humanitario que están perpetrando en Libia ambas partes en conflicto.
PERSECUCIÓN RELIGIOSA
El informe pone de manifiesto que los refugiados e inmigrantes cristianos corren especial peligro en Libia de sufrir abusos de grupos armados y recuerda que al menos 49 cristianos, en su mayoría de egipcios y etíopes, fueron decapitados y abatidos a tiros en tres ejecuciones sumarias masivas reivindicadas por el grupo terrorista Estado Islámico.
Además, la población migrante y refugiada es también, habitualmente, víctima de secuestros, torturas, robos y agresiones físicas a manos de bandas de delincuentes y de traficantes de personas, con frecuencia en la frontera meridional de Libia y a lo largo de las rutas que recorren los traficantes en dirección a la costa libia.
Durante su trayecto, algunos inmigrantes y refugiados, incluidos menores, son torturados y sometidos a malos tratos para obligarlos, a ellos y a sus familias, a pagar un rescate. En el caso de no poder pagar, son explotados y, con frecuencia, retenidos como esclavos obligándoles a trabajar sin cobrar, además de agredirles físicamente y despojarles de sus posesiones.
"Estas terribles historias sobre los peligros que impulsan a las personas migrantes y refugiadas a huir de Libia ponen en evidencia la necesidad constante y urgente de salvar vidas en el Mediterráneo. Los líderes europeos deben garantizar que no se devuelva a Libia a refugiados y migrantes que huyen del conflicto y de abusos contra los Derechos Humanos", ha reclamado Luther.
"Las autoridades libias deben poner de inmediato fin a su política de reclusión sistemática de personas refugiadas y migrantes exclusivamente por su condición migratoria, y garantizar que sean recluidas sólo cuando sea estrictamente necesario y durante el periodo más breve posible", ha remachado.