MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) ha pedido a Turquía que frene las deportaciones y las detenciones ilegales de los refugiados que llegan al país y ha afirmado que la Unión Europea podría ser cómplice de la violación de derechos contra los solicitantes de asilo por parte de Turquía.
La ONG ha denunciado que las autoridades turcas han transportado en autobuses a cientos de refugiados durante más de 1.000 kilómetros hacia centros de detención aislados donde se encuentran incomunicados.
"Hemos registrado la detención arbitraria de algunas personas vulnerables en Turquía. Presionar a los refugiados a volver a sus países de origen no solo es inadmisible, sino que también viola el Derecho Internacional", ha asegurado el director de Amnistía Internacional en Europa y Asia Central, John Dalhuisen.
"La Unión Europea podría arriesgarse a ignorar y encubrir las violaciones de Derechos Humanos tras nombrar a Turquía como su aliado en la crisis de refugiados", ha declarado. El bloque europeo prometió a Turquía un acuerdo de 3.000 millones de euros para mejorar la situación humanitaria de los refugiados en el país, "mientras que Turquía se ha comprometido a reforzar las medidas para restringir el flujo de refugiados hacia la Unión Europea", ha afirmado AI en un comunicado.
Algunos agentes de la Unión Europea en Ankara han confirmado a AI que los seis centros de recepción abiertos por el bloque son en realidad centros de detención. "Es sorprendente que el dinero de la Unión Europea esté siendo usado para financiar un programa de detención y de deportación. Europa debe garantizar que su campaña de cooperación migratoria con Turquía que promueva los derechos de los refugiados y los inmigrantes", ha asegurado Dalhuisen.
LAS CONDICIONES DE LOS REFUGIADOS
Varios grupos de refugiados han sido detenidos sin explicación en un campo de Turquía y "se les ha denegado el contacto con el mundo exterior, negándoles la comunicación con sus abogados y con sus familiares ya que la única forma posible para comunicarse son los que ocultan a las autoridades", ha afirmado AI en el comunicado.
La ONG también ha registrado el testimonio de tres personas que han sufrido abusos psicológicos en los centros de detención. "Cuando te ponen cadenas en manos y en piernas, te sientes como un esclavo, como si no fueras un ser humano", ha asegurado uno de los refugiados a los investigadores de AI.
En muchos casos, tras la detención se produce la deportación a Siria e Irak después de ser obligados a firmar documentos escritos en turco, un idioma que la mayoría de los refugiados no entiende. Algunos han afirmado a Amnistía Internacional que la única forma de salir de esos centros es firmar este documento y así aceptar la vuelta a su país de origen.
"El número real de detenciones y deportaciones ilegales llevadas a cabo por las autoridades turcas todavía se desconoce. Esta práctica debe ser investigada inmediatamente para poder proteger a todos los refugiados y solicitantes de asilo en Turquía", ha afirmado Dalhuisen.
Turquía es el país que más refugiados acoge del mundo, ya que tiene 2,2 millones de sirios registrados y unos 230.000 de otros países del mundo.