La AIEA supervisará el vertido de agua contaminada de Fukushima al Pacífico

Archivo - Protesta contra el vertido de agua contaminada de Fukushima al Pacífico en Corea del Sur
Archivo - Protesta contra el vertido de agua contaminada de Fukushima al Pacífico en Corea del Sur - -/yonhap/dpa - Archivo
Publicado: jueves, 8 julio 2021 16:20


MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha aceptado supervisar y revisar el vertido de agua contaminada de la central nuclear de Fukushima al mar para garantizar que se producirá "de forma segura y transparente", así como para confirmar que "este agua no supone ningún riesgo".

El organismo ha firmado este jueves un documento con el Gobierno japonés en un "paso importante" para establecer el marco general que aplicará para esta ayuda técnica, que tendrá el objetivo de proporcionar la "confianza", en Japón y fuera del país, de que el proceso se desarrollará "en consonancia con las normas de seguridad internacionales".

El director general de la AIEA, Rafael Grossi, ha explicado que la agencia tendrá un papel "fundamental" en la supervisión de esta estrategia de la Administración nipona y para "tranquilizar" a la población de que "el agua no supone ninguna amenaza para ellos", señalando que el método elegido por Tokio es "técnicamente viable y se ajusta a las prácticas internacionales".

Grossi ha considerado que se trata de un paso importante para avanzar en el desmantelamiento de la central nuclear porque los tanques que actualmente contienen esa agua "ocupan una amplia zona del emplazamiento costero en el este" del país.

El Gobierno de Japón solicitó, el pasado abril, la ayuda de la AIEA tras anunciar que el destino final del agua contaminada de Fukushima sería el océano Pacífico. Con este acuerdo, la agencia podrá hacer una caracterización radiológica del agua que se va a verter, supervisar lo relacionado con la seguridad del proceso de vertido y el control medioambiental asociado.

La supervisión también incluirá el asesoramiento de un grupo de expertos internacionales de los Estados miembros.

La decisión de verter al mar el agua contaminada no ha estado exenta de polémica, con relatores de la ONU o incluso Corea del Sur planteando sus preocupaciones ante los "riesgos considerables" para el bienestar de la población local y del medioambiente.

Está previsto que el proceso de vertido comience dentro de dos años y dure décadas, según las previsiones de las autoridades. Una comisión del Ministerio de Economía, Comercio e Industria concluyó en febrero de 2020 que liberar el agua en el mar y evaporarla eran opciones viables, aunque la primera era técnicamente más factible.

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