La ONG estará en febrero en el campamento, con el apoyo de ACNUR, y también dará clases para invidentes
MADRID, 6 Ene. (EUROPA PRESS) -
Ajedrez Sin Fronteras (ASF) regresará en febrero al campo de refugiados de Zaatari (Jordania) para formar a más de un centenar de profesores, que luego podrán enseñar a su vez a las decenas de miles de niños que viven en estas instalaciones desde que huyeron de la guerra de Siria.
La organización no gubernamental estará en el campamento de refugiados jordano durante unos quince días, con el respaldo del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), y, entre otras actividades, dará clases para formar "exhaustivamente" a 119 maestros, que recibirán al término del periodo de formación un carné de "capacitación" que les permitirá enseñar ajedrez a los pequeños que viven allí.
"Las enseñanzas de los maestros y las maestras repercutirán luego en los más de 50.000 niños que hay dentro del campamento creando así una monumental carambola", ha explicado, en declaraciones a Europa Press, el presidente de Ajedrez Sin Fronteras, Álvaro van den Brule.
El proyecto en Zaatari contará con la participación de los maestros de ajedrez Álvaro Andani, Álvaro van den Brule y el doctor Pablo Boixeda, que como jugador ha llegado a enfrentarse a campeones internacionales como Anatoli Karpov, Magnus Carlsen y Anish Giri. Además, participará la psicóloga Carmen Gaytan, del Club Magic Extremadura, que elaborará un informe técnico sobre todo el proyecto.
Ajedrez Sin Fronteras
CLASES PARA INVIDENTES CON APOYO DE ONCE
Los miembros de Ajedrez Sin Fronteras también van a impartir clases para más de un centenar de personas invidentes en Zaatari, con el apoyo que les ha brindado la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE), que les ha facilitado material específico.
"La ONCE nunca nos ha fallado. Cada vez que les hemos pedido materiales especiales para proporcionárselos a los invidentes de los campamentos de refugiados han sido más que generosos", ha destacado Van den Brule, antes de contar que las clases beneficiarán a más de un centenar de refugiados "privados de la visión por efecto de las consecuencias de la guerra".
Además, la ONG entregará en Zaatari más de 200 tableros de ajedrez fabricados con material reciclado por la organización canaria Alfil Educa y dará talleres de elaboración de ajedreces artesanales para mujeres refugiadas, para "empoderarlas" y que luego puedan venderlos en el campamento y conseguir algo de dinero en efectivo.
"Ellas no pueden asistir a las clases que impartimos, salvo el caso de las maestras. Creemos que de esta manera las empoderamos y mientras fabrican los ajedreces para su venta, les enseñamos media docena de reglas para que se diviertan", ha indicado el presidente de ASF.
Vande den Brule ha explicado a Europa Press que el viaje de febrero a Zaatari va a ser "la apuesta más seria" que realiza su organización por las "dimensiones" del proyecto y por el interés que ha despertado entre los socios de la ONG. Además, ha destacado los efectos positivos que tiene el ajedrez en un colectivo como el de los refugiados.
Ajedrez Sin Fronteras
EL AJEDREZ "ENSEÑA A SUPERARSE, DIVIERTE Y HERMANA"
"El ajedrez aporta una evasión de la rutina cotidiana, un encuentro consigo mismo y con el otro. El ajedrez socializa, eleva la moral en la medida en que abstrae y concentra a la par que permite olvidar episodios traumáticos. Enseña a superarse, divierte y hermana", ha subrayado.
Tras recordar que Ajedrez Sin Fronteras ha logrado abrir catorce escuelas de ajedrez "a lo largo y ancho del mundo", Van den Brule ha invitado a todas las personas que lo deseen a realizar donaciones para apoyar y financiar los proyectos de la ONG a través de la página web de la asociación (http://ajedrezsinfronteras.com/colabora/).
En los próximos meses, ASF tiene previsto abrir tres escuelas en Erbil, en el Kurdistán iraquí, y una escuela en Kampala (Uganda), con la colaboración de la escuela que dirige la maestra africana Phiona Mutessi.
Por último, Van den Brule ha agradecido el apoyo que ha recibido ASF de ACNUR, del presidente de la Federación Madrileña de Ajedrez, Agustín Horcajo, de la Escuela de Xadres de Pontevedra, y de Fernando Martín Laborda, que ha cedido más de 25 relojes de competición para que los refugiados de Zaatari puedan organizar sus torneos en el campamento.