LIMA, 7 Ene. (Reuters/EP) -
El expresidente de Perú Alberto Fujimori ha asegurado este sábado que anhela un país unido y "sin rencores", tras las protestas surgidas contra el indulto que recibió del actual dirigente peruano, Pedro Pablo Kuczynski.
Fujimori, de 79 años, recibió este jueves el alta médica tras permanecer casi dos semanas ingresado en la clínica Centenario de Pueblo Libre por una bajada de tensión.
"En las primeras horas de esta nueva etapa de mi vida, varios sueños me invaden constantemente y quisiera compartirlos. Anhelo un Perú sin rencores, con todos trabajando por un objetivo superior", ha señalado Fujimori a través de su cuenta en la red social Twitter.
"Seremos un país en el que se recupere la seguridad y se elimine la violencia. Estas metas se podrán cumplir si los intereses particulares y oportunismos se dejan de lado. UNIDOS PODREMOS LOGRARLO", ha aseverado.
Fujimori estuvo ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tras ser trasladado desde la prisión de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional de Perú (DIROES), donde cumplía condena.
El exdirigente fue condenado en 2009 a 25 años de prisión por la muerte y el secuestro de decenas de personas en diferentes hechos violentos ocurridos durante su Gobierno en el marco de la lucha contra la guerrilla Sendero Luminoso.
Fujimori recibió el indulto humanitario el 25 de diciembre después de que una junta médica recomendara su puesta en libertad debido a que sufre una enfermedad progresiva, degenerativa e incurable.
La liberación del exmandatario conservador suscita una profunda división política en Perú y dio paso la semana pasada a protestas de miles de personas en Lima y en otras ciudades del país.
Las protestas han ofrecido una muestra del impacto que ha generado la decisión de Kuczynski, cuyo Gobierno de centroderecha parece haberse debilitado en medio de las fuertes críticas a nivel local e internacional por la forma en la que se produjo el indulto.
Según observadores y políticos de la oposición, el perdón fue producto de una negociación política, ya que tres días antes Kuczynski logró eludir una destitución en el Congreso gracias a los votos de una corriente liderada por Kenji Fujimori, hijo del exmandatario, que rechazó la moción.