MADRID 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
La crisis humanitaria en Alepo, que ha empeorado recientemente debido a un aumento de las hostilidades, ha provocado que la ONG Aldeas Infantiles SOS intensifique su presencia en la ciudad, donde más de 12.000 personas dependen de la ayuda de trabajadores y voluntarios para poder comer al menos un plato de comida caliente al día.
La organización instalará una unidad médica móvil para proporcionar cuidados básicos a niños y familias, así como varias escuelas temporales. Según datos del Ministerio sirio de Educación, de las 4.040 escuelas que había en Alepo antes de la guerra sólo quedan 686, lo que ha provocado que el porcentaje de niños que reciben educación primaria se haya reducido de un 87 a un 17 por ciento.
La ONG ha atendido, desde 2015, a 26.000 niños víctimas del conflicto en Siria, de los cuales 1.100 habían perdido a sus padres. Pedro Puig, presidente de Aldeas Infantiles SOS de España, ha denunciado que "la situación sigue siendo alarmante y que todavía hay 7,6 millones de niños que necesitan ayuda humanitaria urgente en el país".
Aldeas Infantiles SOS también abrirá un nuevo 'Espacio Amigo de los Niños', cuyo objetivo es ofrecer un entorno seguro en el que los menores puedan expresarse libremente, divertirse y construir relaciones de confianza con los educadores como paso previo a la superación del trauma vivido.
Alepo constituye una de las ciudades más afectadas por el conflicto sirio y es, por lo tanto, una de las zonas con mayores necesidades humanitarias del país. La ONU ha instado esta semana al cese de los enfrentamientos con el fin recuperar el suministro de agua, cortado desde hace días, y retomar el suministro de ayudas.
La ONG ofrece refugio, alimentos, bienes de primera necesidad y apoyo psicosocial a las familias y niños afectados. "Los niños saben cuándo se acercan los proyectiles y tienen la capacidad de diferenciar entre los salientes y los entrantes sólo por el sonido", ha señalado un trabajador de Aldeas Infantiles SOS.