MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Alemania han confirmado este sábado casi 24.000 nuevos contagios y más de 200 fallecidos adicionales por coronavirus hasta rebasar el umbral de los 3,1 millones de casos desde la declaración de la pandemia, con una tasa de incidencia cada vez más elevada, según los datos publicados por el Instituto Robert Koch.
El organismo, el ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas, ha indicado a través de su página web que durante las últimas 24 horas se han notificado 23.804 casos y 219 fallecidos, lo que sitúa los totales en 3.123.077 y
79.847, respectivamente.
Asimismo, ha manifestado que la tasa de incidencia acumulada durante los últimos siete días es de 160,7 casos por cada 100.000 habitantes (160,2 el viernes) con cerca de 218.600 casos activos. Esta cifra ha vuelto a registrar un alza durante los últimos días.
Por otra parte, ha cifrado en alrededor de 2.765.000 el total de personas recuperadas hasta la fecha de la COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, incluidas unas 13.100 durante las últimas 24 horas.
Así las cosas, la canciller de Alemania, Angela Merkel, ha abogado por la rápida aplicación del "freno de emergencia" nacional para contener la pandemia de coronavirus, con toque de queda incluido. "El virus no perdona las medias tintas", ha advertido.
"Cada día antes que se aplique el freno de emergencia en todo el país, es un día ganado", ha explicado Merkel ante el Parlamento, donde se debate una reforma para poder aplicar medidas a nivel nacional. La aprobación en el Bundestag llegará en principio el próximo miércoles.
La canciller ha subrayado que "el virus no perdona las medias tintas, que solo hacen que todo sea más difícil", ni tampoco "la indecisión, solo hace que todo se alargue". Con el virus no se puede negociar, él entiende solo un lenguaje, el de la determinación", ha enfatizado.
Entre las medidas que se plantean está una restricción a la movilidad nocturna desde las 21.00 a las 5.00 horas, cuestionado por miembros de la oposición. Sin embargo, Merkel ha recordado que se trata de un toque de queda más laxo que el aplicado en otras partes de Europa y que, aunque "no es la panacea", sí puede surtir efecto combinado con otras medidas.