Alemania decidirá esta semana si entrega armas a las fuerzas kurdas en apoyo a su lucha contra el Estado Islámico

BERLÍN 20 Ago. (Reuters/EP) -

El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ha anunciado este martes que el Gobierno decidirá esta semana si entrega armas a los peshmerga, el Ejército del Kurdistán iraquí, para ayudar en su lucha contra el grupo extremista suní Estado Islámico.

"No podemos aplaudir con una mano a las fuerzas de seguridad kurdas, darles unos golpecitos en la espalda por combatir al Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) --antiguo nombre del Estado Islámico-- en nuestro nombre, y cuando piden ayuda decir 'a ver qué tal os va'", ha dicho.

"No lo considero una actitud responsable", ha agregado Steinmeier, quien ha apuntado que esta semana se reunirá con la canciller, Angela Merkel, y la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, "para sacar conclusiones sobre las informaciones recibidas". "No se ha decidido nada", ha matizado.

Sin embargo, ha añadido: "Imagine que (los kurdos) continúna su lucha y que quizá en dos o cuatro semanas se quedan sin municiones, lo que es una posibilidad que se me dejó clara (durante su visita al norte del país), y entonces no estamos allí para darles la posibilidad de seguir su lucha". "Hay situaciones en las que no hacer algo te hace tan culpable como hacer algo", ha remachado.

El propio Steinmeier indicó la semana pasada que Alemania está preparado para modificar sus restrictivas políticas sobre exportación de armas con la finalidad de armar a las fuerzas kurdas en sus combates con los 'yihadistas' del Estado Islámico.

"Nuestros principios sobre la entrega de armas son exactamente eso, principios. Tienen en cuenta que podemos hacer frente a situaciones extraordinarias en las que una decisión política ha de ser tomada según nuestros propios intereses de seguridad", explicó.

El ISIS proclamó a finales de junio el Califato Islámico y nombró califa a su líder, Abú Bakr al Baghdadi. La nueva organización se declara Estado independiente y reclama que todos los musulmanes del mundo le juren fidelidad.

Desde entonces, ha lanzado numerosas campañas de venganza contra la comunidad chií y otras comunidades minoritarias de las zonas que controla, como la cristiana y la yazidí, ejecutando a decenas de personas y destruyendo numerosos lugares de culto.