MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los gobiernos de Marruecos y de Alemania han dado por superada la crisis en las relaciones bilaterales, que atribuyen a "malentendidos", y han resaltado el "interés mutuo" en trabajar en favor de una nueva fase con lazos "de amistad" entre ambos países.
Las relaciones se reencauzaron después de que, tras el cambio de Gobierno en Alemania, el Ministerio de Exteriores pusiese por escrito que el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental es una "importante contribución" a la resolución del conflicto y a la consecución de un resultado "justo, sostenible y aceptable" para todas las partes.
La jefa de la diplomacia alemana, Annalena Baerbock, y su homólogo marroquí, Nasser Burita, escenificaron el miércoles este nuevo capítulo con una reunión telemática en la que abogaron por restablecer "la calidad especial de las relaciones bilaterales en todos los ámbitos", bajo la premisa del "respeto mutuo".
Un "nuevo diálogo" con el que quieren "superar los malentendidos que han surgido", si bien en la nota común no se entra en detalles. Marruecos llamó a consultas a su embajadora en Berlín en mayo de 2021, argumentando unos "actos hostiles" en los que incluyó la falta de apoyo a Rabat en relación al Sáhara.
Baerbock ha aplaudido el retorno de la embajadora y ha confirmado que Alemania también contará "pronto" con el máximo nivel de representación diplomática en Marruecos.
La ministra alemana se refirió a la crisis abierta con Marruecos durante su reciente visita a España, para apuntar que "redunda en el interés europeo y marroquí el continuar unas relaciones que hasta marzo del pasado año fueron buenas".
Al mismo tiempo, apostó por "buscar una solución aceptable para todos en el marco de Naciones Unidas", alinéandose así con la postura que también viene manteniendo España, de que la solución al conflicto debe ser política y mutuamente aceptable para las partes.
El giro en la disputa diplomática entre Berlín y Rabat contrasta con el caso español, aún pendiente de resolución. El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, defendió precisamente ante Baerbock que España y Marruecos trabajan en forjar una "relación del siglo XXI" y por tanto "lo importante es el resultado final", no los tiempos.