BRUSELAS 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno alemán no ha descartado este viernes la posibilidad de reintroducir controles fronterizos en respuesta a la presión migratoria, mientras que la Comisión Europea ha dejado claro que todos los Estados miembros tienen la obligación de cumplir las normas del espacio europeo sin fronteras Schengen y de asilo.
"Quiero evitar tal solución pero no lo puedo descartar", ha dicho el ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière, en una entrevista a la cadena BBC, preguntado por si Berlín contempla reintroducir controles fronterizos en respuesta al auge de la inmigración.
El ministro alemán ha reconocido que el espacio sin fronteras Schengen "es un gran logro". "Pero si nadie cumple la ley entonces está en peligro", ha avisado. "Necesitamos urgentemente una solución europea para que Schengen se pueda quedar", ha dicho.
También ha defendido que Reino Unido debe acoger a más refugiados, aunque el país no está obligado a participar en el mecanismo de reubicación de refugiados desde los países de la UE sometidos a mayor presión migratoria a otros en virtud del Tratado europeo.
Alemania, al igual que sus vecinos europeos, se enfrenta a un flujo migratorio sin precedentes por los conflictos en el norte de África y Oriente Próximo. Berlín espera que el número de solicitantes de asilo que recibe se cuadruplicará hasta la cifra récord de los 800.000 este año en comparación con el anterior, dos veces más que las previsiones realizadas en enero.
La Comisión Europa ha dejado claro este viernes que la libre circulación de personas en el espacio sin fronteras Schengen es un derecho que "no es negociable" y dicho que es responsabilidad de los Estados miembros aplicar las normas del Código Schengen y la normativa europea conocida como Dublín, que impide solicitar asilo en varios países de la UE a la vez y prevé que sea el primer país de llegada el que tramite la solicitud.
"Schengen es uno de los mayores logros de la Unión Europea. La libertad de movimiento es un derecho fundamental europeo. No es negociable", ha dicho en rueda de prensa el portavoz de la Comisión Europea, Christian Wigand.
"El Código de Fronteras Schengen y el sistema de Dublín deben ser aplicados plenamente. Esto es la responsabilidad de los Estados miembros y la Comisión, como guardiana de los Tratados, seguirá vigilando y hará cumplir la ley europea donde sea necesario", ha apostillado.
Las normas de Schengen autorizan a los países, en caso de amenaza grave para el orden público o la seguridad interior, pueden restablecer "temporalmente" los controles fronterizos en sus fronteras interiores aunque su "amplitud" y "duración" deben limitarse a lo estrictamente necesario para responder a esta amenaza al tratarse de una medida "excepcional".
El portavoz comunitario ha recordado que los controles policiales y los controles fronterizos son "diferentes" y que la normativa autoriza controles policiales "en ciertas situaciones", incluso en las zonas fronterizas "mientras no constituyan controles sistemáticos, que equivalgan a controles fronterizos".
La portavoz de la Comisión Europea, Annika Breidthardt, ha recordado que Reino Unido tiene "un opt out" que le permita quedarse al margen de las decisiones de la política de inmigración y por tanto su participación en el esquema de reubicación de refugiados "es voluntaria", aunque ha subrayado la necesidad de que "todos" actúen juntos. "Sólo podremos tener éxito en este si trabajamos juntos. No el uno contra el otro", ha zanjado.