BERLÍN, 13 (DPA/EP)
Alemania se aproxima a los 200.000 casos de coronavirus, incluidas más de 9.000 víctimas mortales, según el balance ofrecido este lunes por el Instituto Robert Koch (RKI), la agencia gubernamental encargada de hacer seguimiento de la pandemia.
En las últimas 24 horas el país ha sumado otros 159 casos para un total de 198.963, así como otros tres decesos que elevan la cifra de fallecidos a 9.064, mientras que otras 185.100 personas han superado la COVID-19.
Además, el RKI ha precisado que la tasa de reproducción del virus o valor R ha aumentado a 1,04 --frente al 0,93 del día anterior--, lo cual significa que cada infectado contagia aproximadamente a una persona. El valor R refleja la curva de contagios en un lapso de diez días.
En este contexto, el ministro de Salud, Jens Spahn, ha pedido este lunes a los alemanes que no bajen la guardia. "El peligro de una segunda ola es real", ha dicho en una comparecencia junto al presidente del RKI, Lothar Wieler.
Spahn no ha ocultado su preocupación ante la llegada de las vacaciones de verano, un momento especialmente propicio para relajar las medidas preventivas, por lo que ha insistido en la necesidad de seguir manteniendo la distancia social y el uso de la mascarilla, entre otras.
SITUACIÓN EN MALLORCA
El ministro también ha expresado su preocupación por la situación en la isla de Mallorca, donde cientos de turistas generaron indignación por las concentraciones en locales y en la calle. Así, en la zona de Punta Ballena, en Calvià, los turistas seguían congregados pasadas las 2.00 horas del viernes, cuando está establecido el cierre de los locales de ocio.
"Debemos tener mucho cuidado de que el Ballermann no se convierta en un segundo Ischgl", ha indicado, haciendo alusión a un famoso bar alemán en Mallorca y a la estación austriaca de esquí de Ischgl, donde numerosos turistas alemanes contrajeron el virus el pasado mes de marzo.