MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Maas, ha anunciado este miércoles que el país europeo suspenderá la ayuda a Sudán, coordinada por Berlín en el marco de compromisos internacionales, si no se pone "fin de inmediato" al golpe de Estado.
"Si no se pone fin inmediatamente, el golpe de Estado de los militares tendrá graves consecuencias para el compromiso internacional que Alemania ha apoyado y coordinado en los últimos años (...) Alemania no continuará su apoyo en estas condiciones", ha aseverado Maas, según un comunicado difundido por su cartera.
El jefe de la diplomacia alemana ha incidido en que Berlín "mantiene un estrecho contacto" con sus socios "con vistas a encontrar un camino común" en relación a este apoyo, que se lanzó en la conferencia sobre Sudán celebrada en la capital alemana en junio de 2020.
En aquella cita, más de 50 países y organizaciones internacionales manifestaron su "firme apoyo" a Jartum, en materia política y financiera, y se destinaron unos 1.800 millones de dólares (más de 1.500 millones de euros) al país africano.
Desde entonces, el Gobierno alemán ha supervisado la aplicación de los resultados de la conferencia como parte del grupo informal de Amigos de Sudán, creado por iniciativa del país europeo en junio de 2019 y que está formado por varios miembros de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, así como por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y por países de la región. Precisamente, este grupo ha mantenido este martes una conferencia telefónica sobre la situación en Sudán.
Además, desde el encuentro en Berlín, se ha puesto en marcha un programa social sudanés para paliar el impacto de las reformas económicas, en cooperación con el Banco Mundial, así como se ha dado un importante impulso al proceso de alivio de la deuda del país.
La cooperación de Alemania en el país africano también se extiende a la Misión Integrada de Asistencia para la Transición de Naciones Unidas en Sudán (UNITAMS), a la que presta asistencia financiera y de personal, ha recordado el Ministerio.
De este modo, la ayuda de Alemania a Sudán en todos estos ámbitos pende del golpe de Estado liderado por el presidente del Consejo Soberano de Sudán, Abdelfatá al Burhan, y que se llevó a cabo este lunes, si bien Maas ha garantizado que "el pueblo de Sudán y el primer ministro, Abdalá Hamdok, siguen contando con el apoyo" de Berlín.
"El golpe militar en Sudán es un acontecimiento catastrófico. Coloca al país en una situación peligrosa y pone en tela de juicio el futuro democrático y pacífico de Sudán, un objetivo por el que la comunidad internacional ha estado trabajando", ha lamentado el ministro de Exteriores alemán al respecto.
Maas ha condenado "enérgicamente" las acciones de los militares, entre ellas las detenciones, como la del primer ministro, que finalmente ha sido liberado este martes. Asimismo, ha rechazado las "medidas violentas" contra los participantes en las protestas "por la democracia" del país.
"No se debe permitir que el general Al Burhan y sus partidarios obstruyan el camino de la democracia", ha aseverado en este sentido el ministro alemán, para demandar la liberación del resto de detenidos y la "anulación de la destitución del gobierno interino dirigido por civiles" -- Al Burhan disolvió el Consejo Soberano de Transición y el Gobierno de transición--.
La situación actual en el país sigue a un intento de golpe de Estado a mediados de septiembre, según apuntaron las autoridades de transición, a cargo de un grupo de oficiales de las Fuerzas Armadas supuestamente vinculados a Omar Hasán al Bashir.
Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la junta militar anterior, surgida tras el golpe de Estado de 2019, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras. Este Gobierno ha iniciado una batería de reformas sociales y económicas y ha alcanzado un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.
Sin embargo, la intentona de septiembre derivó en un intercambio de críticas y acusaciones entre los elementos civiles y militares que ha ahondado la crisis política, incluidas peticiones por parte de Al Burhan para disolver el Gobierno, que han derivado en los últimos días en manifestaciones enfrentadas a favor de las autoridades de transición y el Ejército.