MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
Edward Singhatey, quien fuera aliado del expresidente gambiano Yahya Jamé, ha reconocido su responsabilidad en la ejecución de soldados acusados de intentar derrocar al antiguo mandatario en 1994.
En una comparecencia ante la Comisión para la Verdad, la Reconciliación y las Reparaciones (TRRC), Singhatey ha admitido su responsabilidad en la ejecución de soldados el 11 de noviembre de 1994 y en la tortura de numerosas personas, incluidos políticos.
Así, el que fuera ministro de Defensa del Consejo Gubernamental Provisional de las Fuerzas Armadas (AFPRC), que gobernó Gambia entre 1994 y 1996 tras una asonada que llevó a Jamé al poder, ha relatado que fue informado sobre un plan para ejecutar un golpe de Estado y recibió orden del presidente de "no hacer prisioneros".
"Cuando nos estábamos yendo de la Presidencia, Yahya Jamé nos dijo que no hiciéramos prisioneros (...) y eso es lo que ejecutamos", ha manifestado, según ha informado el diario gambiano 'Foroyaa'.
"Todos estuvimos de acuerdo en aplastar el golpe", ha manifestado, antes de agregar que esos militares "querían matarlos a ellos y a sus familias". "No hice nada para detener las palizas. Todos los que fueron arrestados recibieron palizas", ha añadido.
Singhatey ha recalcado sin embargo que "no dio la orden" de ejecución, si bien ha incidido en que "participó" y en que "no huye de su responsabilidad por la ejecución de una orden en la que todos estuvieron de acuerdo".
"Asumo la total responsabilidad de la acción, independientemente de que descargara mi arma o no, estuve allí y estaba en primera línea", ha remachado.
Las autoridades de Gambia exhumaron en abril los cadáveres de siete soldados que participaron en el intento de golpe de Estado y que fueron posteriormente enterrados en una fosa común en un cuartel militar situado en los alrededores de la capital del país, Bajul.
Los testimonios presentados ante la TRRC apuntan a que un total de 20 militares fueron ejecutados tras el fallido intento de golpe de Estado contra Jamé, quien reside en Guinea Ecuatorial desde 2017.
Las vistas ante la comisión arrancaron en enero. La comisión, cuya creación fue prometida por el actual presidente, Adama Barrow, investigará los abusos de los Derechos Humanos entre 1994 y 2016 y está integrada por once personas. Sin embargo, no emitirá sentencias, sino que recomendará la apertura de investigaciones.
El organismo fue creado por las autoridades para responder a las exigencias de los familiares de víctimas de desapariciones y torturas, que exigen justicia una vez ha llegado a su fin el régimen de Jamé.
Jamé, que accedió al poder en 1994 tras un golpe de Estado incruento, está exiliado en Guinea Ecuatorial desde enero de 2017, cuando finalmente accedió a entregar el cargo a Barrow, vencedor de las elecciones presidenciales celebradas en diciembre 2016.
Para lograr la renuncia de Jamé fue necesario que la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) ejerciera de mediador e incluso amenazara con una intervención militar si no aceptaba su derrota y entregaba el poder a Barrow.