BUENOS AIRES 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
La ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y Cambiemos, la alianza electoral de su sucesor en el cargo, Mauricio Macri, se disputan voto a voto la victoria en la provincia de Buenos Aires en las elecciones primarias que se celebraron el domingo en todo el país para confeccionar las listas de candidatos a los comicios parlamentarios del 22 de octubre.
Según los resultados oficiales, con el 95 por ciento del escrutinio completado, Esteban Bullrich, precandidato de Cambiemos a uno de los tres escaños que están en juego en el Senado por la provincia de Buenos Aires, ha obtenido un 34,19 por ciento de los votos, frente al 34,11 que ha sumado Fernández de Kirchner como aspirante a ocupar un asiento en la cámara alta en nombre de la Unidad Ciudadana, su nueva formación política.
Bullrich ha comenzado como claro ganador en la provincia bonaerense, pero a medida que ha avanzado el recuento de votos la ventaja sobre Fernández de Kirchner se ha ido reduciendo hasta quedarse en apenas unas décimas que dejan un final totalmente abierto para una de las principales plazas electorales en Argentina, según informan los medios de comunicación locales.
Pese a ello, Macri y la plana mayor de Cambiemos ha celebrado desde Buenos Aires la victoria en esta importante provincia y a nivel nacional, donde la coalición gobernante ha obtenido el 35,90 por ciento de los votos, a gran distancia del 'kirchnerismo', que ha quedado segundo con un 20,33 por ciento de los votos. "El cambio está más vivo que nunca", festejaba el inquilino de la Casa Rosada al cierre de la noche electoral.
Para Macri estas Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) han servido para confirmar que el triunfo que obtuvo en 2015 frente al candidato 'kirchnerista', Daniel Scioli, no fue fortuito, algo fundamental debido a la fuerte contestación interna que ha tenido su agenda de reformas económicas, que se ha traducido, entre otras cosas, en una notable subida de las tarifas energéticas.
El mandatario argentino ha reconocido que le habría gustado tomar otras decisiones en estos casi dos años de Gobierno, pero al mismo tiempo ha subrayado que no tuvo alternativa por la herencia recibida del 'kirchnerismo'. "Han gobernado los últimos 20 a 25 años y el resultado fue un país con un tercio de los argentinos en la pobreza, el 'narco' por todos lados, la infraestructura destruida...", ha criticado.
Fernández de Kirchner, por su parte, no ha dudado en proclamar su victoria en la provincia de Buenos Aires. "Hemos ganado", ha dicho. "De cada tres ciudadanos, dos le dijeron 'no' al ajuste. Vamos a pedirle al Gobierno que escuche lo que las urnas han expresado, que cambie el rumbo económico, que es necesario. La realidad siempre termina aflorando", ha sentenciado.
Sin embargo, el discurso de la líder izquierdista ha ido variando en función del recuento. Al inicio de la noche electoral, cuando los números situaban a Bullrich con una clara ventaja, llegó a comparecer para reconocer, aunque con reticencias, su derrota. "Pensaba que iba a tener que darle las gracias a todos los ciudadanos que hoy fueron a cumplir con su deber cívico (...) Nunca pensé que iba a tener que pedir perdón", confesó.
La ex jefa de Estado se refería al "bochorno" del recuento por la lentitud de su avance, que durante horas permitió mantener a Bullrich como el precandidato más votado en la provincia de Buenos Aires. "Cuatro de la mañana... ¿Y piensan que de esta manera van a ver a Argentina como un país seguro? Es un inmenso papelón internacional", espetó Fernández de Kirchner.
VICTORIA SIMBÓLICA
A pesar del interés de Cambiemos y Unidad Ciudadana por proclamar su victoria, no es la finalidad de las PASO. Su objetivo es que, en unas primarias abiertas, todos los partidos lancen a sus precandidatos y los que superen el umbral del 1,5 por ciento de los votos puedan ganar su candidatura.
Solo sirven para que los argentinos configuren con su voto las listas de cada partido, por lo que no hay un enfrentamiento entre las distintas formaciones políticas, aunque es cierto que tradicionalmente han servido para medir el apoyo popular de cara a la cita real con las urnas.
En esta ocasión, con las PASO se buscaba definir los candidatos para las elecciones parlamentarias que se celebrarán en otoño, cuando se renovará la mitad de la Cámara de Diputados --con 127 de 257 escaños en juego-- y 24 de los 72 senadores que componen la cámara alta, tres de los cuales corresponden a la provincia de Buenos Aires.
Fernández de Kirchner se lanzó en el último momento como precandidata al Senado y lo hizo como abanderada de una nueva coalición electoral, Unidad Ciudadana, creada 'ex profeso' para los comicios parlamentarios. La ex dirigente alegó que lo hacía por la necesidad de frenar la política económica del nuevo Gobierno.