El alivio de encontrar refugio tras "dos años en el infierno" en Mosul

Niño refugiado de Mosul
REUTERS
 
Actualizado: domingo, 30 octubre 2016 9:29

CAMPAMENTO ZELINKAN (KURDISTÁN IRAQUÍ), 30 Oct. (Por Catherine Robinson, ACNUR) -

Majid, un abuelo iraquí, dice que él y su familia "vivieron dos años en el infierno" después de que su localidad en el norte del país cayera bajo el control de grupos extremistas.

Pero un día que nunca pensó que llegaría, Majid y 20 miembros de su familia fueron finalmente liberados, cuando las fuerzas peshmerga kurdas liberaron su localidad y les escoltaron hasta el campamento Zelikan, recientemente construido y situado al norte de Mosul, en la región del Kurdistán iraquí.

Majid figura entre los iraquíes desplazados por la ofensiva en curso por parte del Gobierno contra la segunda mayor ciudad de Irak, que comenzó el pasado 17 de octubre. Algunos de los que han huido e las localidades próximas a Mosul han llegado hasta el campamento Zelikan, construido y gestionado por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

"La situación era realmente mala y pensábamos que no sobreviviríamos", relata Majid, de 69 años. "No hay momento mejor que este de estar a salvo en esta tienda de campaña, rodeado con mi mujer e hijos", añade.

En la región, ACNUR está incrementando los preparativos para recibir a los desplazados por la ofensiva para recuperar Mosul, una ciudad que tenía una población de unos 2,5 millones de habitantes antes de ser capturada en junio de 2014.

En Irak, se están preparando once instalaciones en anticipo de un desplazamiento a gran escala desde Mosul, que la ONU estima que podría llegar hasta el millón de personas. Los campamentos tendrán una capacidad total de hasta 120.000 personas para finales de año, y ACNUR también está asegurando un total de 30.000 tiendas de campaña adicionales y 50.000 kits de alojamiento de emergencia para alojar a familias en movimiento.

"Estamos reforzando nuestros preparativos, en estrecha cooperación con el Gobierno y nuestros socios, a medida que el asalto sobre Mosul avanza y los civiles pueden estarse preparando para huir", explica el coordinador de emergencia en terreno de ACNUR en Irak, Djamal Zamon.

REFUGIADOS EN SIRIA

En la vecina Siria, entretanto, el campamento de Al Hol, en la provincia de Hasaka, en la frontera oriental del país con Irak está ahora listo para recibir a hasta 15.000 personas, con el trabajo en marcha para acomodar a otras 15.000. De forma eventual, hasta 50.000 personas podrán ser alojadas aquí.

Desde que comenzó la ofensiva en Mosul, alrededor de un millar de iraquíes han llegado al campo, mientras que habría más en camino. Los recién llegados describen el largo y difícil camino para llegar a Siria por caminos por el desierto sin explorar, en algunos casos caminando más de quince días para llegar a un lugar seguro.

Muchos de los recién llegados han sufrido condiciones brutales bajo el gobierno de los extremistas, a menudo sin acceso a incluso la más mínima atención médica. La mayoría de los niños en edad escolar que llegan al campo han estado sin ir a la escuela durante los dos últimos años, mientras que algunos llegaron sin acompañar y desconocen la suerte de sus padres. ACNUR y sus socios están ofreciendo asesoramiento, educación y atención médica.

El representante de ACNUR para Siria, Sajjad Malik, visitó el campo el pasado fin de semana para hablar con algunas de las cientos de personas que han buscado refugio allí y para ver de primera mano los preparativos para acoger a más personas a medida que la ofensiva se acerque a Mosul.

"Hay stocks de alimentos, bienes de primera necesidad y otros suministros a punto, suficientes para 50.000 personas", dijo Malik. "Siria ha demostrado una vez más una política de puerta abiertas, incluso cuando ellos mismos tienen una situación difícil", destacó.

En el campamento Zelikian, que actualmente puede albergar a más de 6.000 personas, los recién llegados han dicho a ACNUR que simplemente están aliviados de haber encontrado un lugar seguro.

"Justo antes de que dejáramos nuestra localidad, las balas volaban por todas partes, estamos felices de estar en el campamento ahora", comenta Zahra, de 60 años, quien huyó recientemente de su casa a unos kilómetros de Mosul con cinco de sus familiares. "Esta es la primera vez que hemos dormido tranquilos en dos años", añade.

Con todos los fondos y la preparación, ACNUR será capaz de ofrecer un abanico de opciones de cobijo dentro y fuera de los campos para hasta 600.000 personas. Sin embargo, ACNUR solo ha recibido el 48 por ciento --95 millones de dólares-- de los fondos que necesita para su trabajo de emergencia en Mosul, estimado en 196,3 millones de dólares, y pide a los donantes ayuda adicional.

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