MUNICH, 6 Feb. (Reuters/EP) -
La ministra de Asuntos Exteriores francesa, Michele Alliot-Marie, ha reconocido que aceptó volar en varias ocasiones en un jet de un empresario tunecino durante sus vacaciones en el país africano poco antes de que las protestas de la 'Revolución de los Jazmines' se recrudecieran.
Alliot-Marie seguró que no va a dimitir de su puesto por aceptar volar en dicho avión para llegar a un resort en la costa y para hacer una excursión al interior del país.
"No creo que cometiera ningún error", ha valorado, después de decir que pagó los costes de sus vacaciones, exceptuando los hoteles a los que viajó con sus padres, de cuyo pago se hicieron cargo ellos. "No hice nada mal, ni políticamente, ni legalmente, ni moralmente", ha apostillado.
Alliot-Marie se ha defendido también por pasar sus vacaciones en Túnez en unos momentos tan sensibles y ha afirmado que estuvo allí entre el 26 de diciembre y el 1 de enero, cuando había "unas protestas limitadas y no un levantamiento generalizado".
"Fue sólo después de mi partida, y sobre todo con la muerte de la joven que se inmoló, cuando las protestas estallaron. Yo ya estaba de vuelta en Francia. Es evidente que si hubiera habido protestas yo no habría ido a Túnez", ha valorado.
Los enfrentamientos entre manifestantes y Policía comenzaron en el país después de que un hombre de la localidad de Sidi Bouziz se quemara a lo bonzo el 17 de diciembre. El hombre falleció el 4 de enero.
Francia se vio sorprendida por los acontecimientos que tenían lugar en su antigua colonia y que provocaron la salida del país del entonces mandatario Zine Al Abidine Ben Ali, y el Gobierno ha recibido muchas críticas por las vacaciones de Alliot-Marie y sus posteriores valoraciones durante la crisis.
El 12 de enero, dos días antes de que Ben Ali huyera a Arabia Saudí, Alliot-Marie provocó gritos de rabia en el Parlamento cuando dijo que París estaba ofreciendo a Túnez expertos franceses para el control de las masas. Desde entonces ha asegurado que sus valoraciones fueron sacadas de contexto, pero esto ha hecho poco para reducir la disconformidad con su gestión durante las protestas.