MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha rechazado este viernes la posición de Naciones Unidas sobre las sanciones impuestas a los dirigentes venezolanos, a los que ha calificado de "corruptos y violadores de los Derechos Humanos" al tiempo que ha afirmado que la ONU comete "un grave error" al no expulsar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, del país.
"La secretaría general discrepa tajantemente con la postura de los expertos de Naciones Unidas que se pronunciaron contra las sanciones a los corruptos y violadores de Derechos Humanos, mientras que guardan silencio ante la masiva crisis generada por el régimen", ha señalado Almagro en un vídeo publicado en su cuenta oficial de Twitter.
Según Almagro, los mismos funcionarios de la ONU que rechazan estas acciones en contra de Nicolás Maduro y sus aliados son aquellos que cuestionan que exista una crisis humanitaria en el país latinoamericano.
"Es curioso que funcionarios que se dicen defensores del derecho internacional nieguen que la tragedia humanitaria que vive Venezuela es fruto de las políticas ineptas y corruptas del madurismo y entren en el juego del dictador usurpador. Es un grave error si un funcionario pretende darle validez a un gobierno ilegítimo", ha subrayado.
El secretario general de la OEA ha destacado que la presidencia de Maduro ha sido la responsable del deterioro económico que ha sufrido el país, ante lo que miles de ciudadanos se han visto obligados a emigrar en los últimos meses.
"La dictadura madurista es la única causa del hambre, la enfermedad, la falta de derechos humanos y la muerte del pueblo venezolano y lo es desde antes de la aplicación de sanciones, que fueron diseñadas para desactivar los esquemas de corrupción, violaciones de derechos humanos de la dictadura. Ningún funcionario puede condenar este tipo de sanciones", ha indicado.
Al mismo tiempo, ha concluido que la OEA mantiene su apoyo a las sanciones, ya que no son ningún impedimento para que Venezuela pueda llevar a cabo transacciones económicas, sino que dirige los fondos al gobierno legítimo de Juan Guaidó, quien el pasado 23 de enero se autroproclamó presidente "encargado del país".
Estados Unidos ha sido el país que más firmemente ha apoyado a Guaidó. Fue el primero en reconocerlo como mandatario interino y ha aumentado las sanciones sobre Venezuela con el objetivo declarado de poner a disposición de Guaidó los recursos venezolanos bajo jurisdicción norteamericana.
Este jueves, el relator de Naciones Unidas sobre el impacto de las sanciones unilaterales en los Derechos Humanos, Idriss Jazairy, advirtió de que usar las medidas punitivas para derrocar un "gobierno electo" como el de Maduro viola "todas las normas del Derecho Internacional", instando a los países a fomentar el "diálogo".*
Por su parte, Almagro ha reiterado su compromiso con el "proceso de recuperación de la democracia en Venezuela.
El 23 de enero, Guaidó se autoproclamó "presidente encargado", en respuesta a la decisión de Maduro de iniciar el 10 de enero un segundo mandato que ni la oposición ni gran parte de la comunidad internacional reconocen porque dicen que se basa en unas elecciones presidenciales, las del 20 de mayo, no democráticas.
Guaidó se ha fijado como 'hoja de ruta' cesar la "usurpación del poder" y crear un gobierno de transición que conduzca a la celebración de unas elecciones "libres". Estados Unidos, Canadá y la mayoría de los países de la región le han reconocido como "presidente encargado" y le han ofrecido su apoyo en esta "transición democrática".
En esta semana, 43 personas han muerto por los disturbios, de acuerdo con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y más de 900 han sido detenidas, según los datos actualizados este jueves por la ONG venezolana Foro Penal.