MADRID 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha vuelto a mostrar su apoyo a la oposición venezolana en una carta abierta al opositor Leopoldo López y ha señalado que la ratificación de su condena marca un "hito": "el lamentable final de la democracia en Venezuela".
En la misiva, que él mismo ha publicado a través de su cuenta oficial de Twitter, se dirige a López para indicarle que tanto él como el propio país están presos, "víctimas de la expresión máxima de la miseria humana" y privados "de todos los derechos".
"Tu suerte está tan atada a la de tu pueblo que seguramente sólo serás libre cuando tu pueblo lo sea", continúa Almagro, en un texto en el que se posiciona del lado de los países que han decidido bloquear la presidencia 'pro témpore' de Caracas en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), cargo que debía ostentar Venezuela por orden alfabético tras llegar Uruguay al fin de su mandato semestral.
El líder de la OEA ha asegurado, en este contexto, que la decisión de Paraguay, Brasil y Argentina de no ceder la presidencia temporal del organismo a Venezuela es una "fortísima sanción internacional, expresa y clara", como también lo es la activación de la Carta Democrática, "cuyas etapas siguientes deberán plasmar aquello que ya ha quedado establecido en el MERCOSUR".
Almagro ha reiterado que la existencia de presos políticos "es absolutamente incompatible" con la democracia y, en este sentido, ha alabado la postura no sólo de los países de MERCOSUR que se han negado a que Caracas no presida el bloque, sino también las condenas presentadas por Naciones Unidas o el Parlamento Europeo.
En la carta, el secretario general de la OEA ha denunciado cómo la "intimidación" se ha convertido en el "signo político gubernamental más tangible" de la Venezuela de Nicolás Maduro, pero le ha recordado a López que el sentimiento de los venezolanos es "al decir de Henrique Capriles, que 'la cárcel y el encierro' jamás quitarán 'la esperanza de vivir en un país justo para todos'".
REVOCATORIO Y DECENCIA
Así, el diplomático uruguayo, que dirige la secretaría general de la OEA desde mayo de 2015, ha reiterado que no se puede aceptar que se arrebate "el poder de las manos de la gente" y que hacerlo supone dar un "golpe final al legado político de (Hugo) Chávez".
"En ninguna circunstancia se debe utilizar el poder para otro fin que no sea el que se corresponde estrictamente con el mandato popular y la Constitución (...) y mucho menso aún, para impedir que el pueblo soberano se exprese", ha indicado, en referencia al referéndum revocatorio que la coalición opositora pretende activar para tratar de poner fin al Gobierno de Maduro.
En este sentido, Almagro se ha hecho eco de unas declaraciones pronunciadas por el monseñor Óscar Arnulfo Romero en 1978, cuarto arzobispo de San Salvador y acérrimo defensor de los Derechos Humanos en El Salvador en la década de los setenta, en los años previos a una cruenta guerra que acabó con cerca de 80.000 muertos en 12 años de conflicto, y ha indicado que Venezuela "necesita tanta decencia pública, democracia y democratización, tanta reconciliación y paz como la que anhelaba" el mencionado arzobispo en 1978.
CONDENA A LEOPOLDO LÓPEZ
El 10 de septiembre de 2015, López fue condenado a 13 años, nueve meses, siete días y 12 horas de prisión por incitar a la violencia en las manifestaciones opositoras de 2014, que se saldaron con 43 muertos, cientos de heridos y miles de detenidos.
La semana pasada el jefe de Voluntad Popular salió de la prisión para escuchar la ratificación de su condena, momento que aprovechó para denunciar que esta "demuestra cómo se ha secuestrado la Justicia en Venezuela, evidencia cómo se ha minado la convivencia democrática para reemplazarla con la inseguridad, la escasez, la inflación y el sufrimiento de los venezolanos".
En su intervención, lamentó que "el contenido ético y jurídico quede remplazado por las órdenes ilegitimas y cobardes de las más altas cúpulas políticas de este régimen corrupto", de acuerdo con un manifiesto leído por su abogado, Juan Carlos Gutiérrez.