MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 80.000 niños se han visto desplazados de sus viviendas a causa de las explosiones registradas el martes en el puerto de la capital de Líbano, Beirut, que dejaron al menos 137 muertos y más de 5.000 heridos, según ha informado este jueves el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
"Durante las últimas 24 horas, UNICEF ha estado en estrecha y constante coordinación con las autoridades y los aliados en el terreno para responder a las urgentes necesidades de las familias afectadas, centrándose en la salud, el agua y el bienestar de los niños", ha dicho Violet Speek-Warnery, representante adjunta de UNICEF en Líbano.
Así, el organismo ha apuntado a la existencia de informaciones que apuntan a que hay niños separados de sus familiares tras la catástrofe, mientras que algunos figuran aún entre el cerca de cien desaparecidos que han dejado las explosiones.
UNICEF ha agregado que al menos doce centros sanitarios han sufrido daños, lo que afecta a cerca de 12.000 personas, mientras que entre las instalaciones afectadas figura un hospital infantil en el área de Karatina en cuyo interior murió un recién nacido.
Por otra parte, ha resaltado que los hospitales operativos están desbordados y ha agregado que cinco de las siete cámaras frigoríficas de vacunas apoyadas por el organismo han quedado dañadas, afectando a programas de inmunización en el país asiático.
"UNICEF está apoyando a las autoridades y aliados locales. Nuestros equipos han estado trabajando las veinticuatro horas del día para brindar a las personas afectadas la asistencia que tanto necesitan", ha recalcado Speek-Warnery.
Por ello, el organismo ha subrayado que necesita "de inmediato" fondos por valor de 4,4 millones de dólares (unos 3,7 millones de euros) para "poder responder a estas enormes necesidades" en Beirut.
En esta línea se ha expresado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que ha hecho hincapié en que se necesita un "apoyo enorme" para hacer frente a la devastación causada por las explosiones en el puerto.
"EXTREMA FRAGILIDAD"
El CICR ha incidido en que "al margen de la pérdida de vidas y los heridos, la gente ha perdido sus casas y negocios". "El país estaba ya en un estado extremadamente frágil, tras meses de una creciente crisis económica y la pandemia de coronavirus. Este es un duro golpe a gente que ya lo estaba pasando mal", ha lamentado.
Así, ha destacado que "la destrucción del puerto podría tener un impacto devastador sobre la población de Líbano en términos de la pérdida de capacidad para importar bienes necesarios", al tiempo que "afectará a la vía de suministro humanitario", parte del cual se destina a Siria.
El CICR ha confirmado además que ha entregado suministros médicos de emergencia a doce hospitales en Beirut y sus alrededores y ha adelantado que dará más ayuda próximamente para intentar aliviar la carga de los centros de salud.
Oxfam Intermón se ha sumado a las voces de alarma y ha enfatizado que "incluso antes de la explosión, el país ya estaba en una situación crítica, con la población luchando por hacer frente a múltiples y complejas crisis provocadas por el colapso económico y la pandemia".
"La magnitud del desastre implica que cientos de miles de personas necesitan ayuda inmediata, incluidos alimentos, vivienda, agua, combustible, protección y apoyo para reconstruir sus vidas y medios de vida en el futuro", ha lamentado.
Asimismo, ha recordado que Líbano ya acoge al mayor número de refugiados per cápita del mundo, con una de cada cuatro personas, por lo que el portavoz de la ONG en Líbano, Bachir Ayoub, ha dicho que esta "crisis dentro de otra crisis".
"Líbano ya estaba en dificultades antes. La economía ha caído en picado, la moneda local ha perdido aproximadamente el 80 por ciento de su valor, y el último mes ha visto un aumento dramático en los casos de coronavirus con hospitales ya bajo presión", ha resaltado.
UNA DEVASTACIÓN "INIMAGINABLE"
Ayoub ha manifestado que "las personas cuyas casas hayan sido dañadas o completamente destruidas no podrán acceder a su dinero para comenzar a reparar o reconstruir, y pronto escasearán artículos esenciales como el trigo y las medicinas ya que el puerto de Beirut, el principal punto de suministro y almacenamiento, ha desaparecido". "Se requerirá un esfuerzo masivo para la recuperación", ha adelantado.
"La devastación en Beirut es inimaginable y el camino hacia la recuperación será largo y difícil. Como toda la población de Beirut, el personal de Oxfam se ha visto afectado", ha reconocido.
"Algunos han visto sus casas completamente destruidas, otros han sufrido heridas. Afortunadamente, todos están a salvo. Nos solidarizamos con todas las personas afectadas mientras trabajamos juntos para reconstruir la ciudad", ha remachado el portavoz de Oxfam Intermón.
Las causas de las explosiones aún están por confirmar, si bien la principal hipótesis es que 2.750 toneladas de nitrato de amonio que se acumulaban desde hacía seis años en uno de los almacenes del puerto de Beirut ardieron por las precarias condiciones de seguridad en el lugar.
Las autoridades han declarado el estado de emergencia para Beirut, han liberado una partida presupuestaria de 100.000 millones de libras libanesas (unos 56 millones de euros) y han creado una comisión de investigación que en cinco días, a contar desde el martes, debe aportar sus conclusiones sobre las causas de lo ocurrido.
Las explosiones han tenido lugar en un momento en el que Líbano atraviesa una grave crisis económica --la peor desde la guerra civil (1975-1990)-- y se teme que la destrucción ocasionada por las mismas impacte directamente en la importación de alimentos y otros productos básicos.