Un alto representante de la ONU cree que se deben reabrir las embajadas en Kabul a pesar de los talibán

Archivo - Un talibán armado observa junto a más hombres un partido de buzkashi, un tradicional deporte ecuestre de gran fama en Afganistán.
Archivo - Un talibán armado observa junto a más hombres un partido de buzkashi, un tradicional deporte ecuestre de gran fama en Afganistán. - Oliver Weiken/dpa - Archivo
Publicado: domingo, 25 diciembre 2022 14:26


MADRID, 25 Dic. (EUROPA PRESS) -

El representante especial adjunto de la Secretaría General de Naciones Unidas para Afganistán, Markus Potzel, ha valorado que los países occidentales deberían reabrir sus embajadas en Kabul a pesar de que eso signifique una suerte de reconocimiento a los talibán, en el poder desde hace año y medio.

Potzel, quien fue embajador alemán en Afganistán entre 2014 y 2016, considera que la presencia diplomática en Kabul permitiría "evaluar mejor la situación" en lugar de hacerlo a distancia. "Es difícil hacerlo desde Doha o Berlín", ha valorado el representante de Naciones Unidas en una entrevista para RND.

"Alemania y otros países occidentales tienen intereses en Afganistán, no hay que olvidar eso", ha dicho Potzel, para quien sería buena idea que más países occidentales volvieran a contar con representación en la capital afgana.

No obstante, Potzel ha matizado que tener allí una legación diplomática no implica necesariamente "el reconocimiento del régimen talibán", sino más bien un interés por un Afganistán estable en el que Estado Islámico y las redes del narcotráfico no tengan fácil desarrollarse, ha explicado.

"La comunidad internacional tiene interés en combatir el terrorismo. Tiene en garantizar que no se cultiven ni comercialicen drogas. Le interesa que a la gente del país se le ofrezcan perspectivas para que no se repita una ola de refugiados como la que vimos en 2015. Todos estos son intereses por los que, en mi opinión, vale la pena luchar y estar presentes en el lugar", ha recalcado.

"La situación humanitaria es precaria. El invierno ha llegado. La gente necesita combustible, necesita algo para comer, necesita medicinas. (...) Por un lado, no queremos apoyar al régimen, y por otro, no queremos defraudar a la gente", ha expresado.

Desde que los talibán se hicieran con el control de Afganistán en agosto de 2021 tras la salida de Estados Unidos y sus aliados, los países occidentales se apresuraron a cerrar sus embajadas y a evacuar a su personal, dejando por el camino a decenas de afganos que colaboraron con ellos.

Ningún país ha reconocido hasta ahora el gobierno de facto de los talibán, que tras ofrecer en un primer momento un pretendido intento por negar que se fuera a restablecer un régimen fundamentalista y tan opresivo como el de entre 1996 y 2001, en los últimos meses han iniciado una serie de medidas que recuerdan a aquellos años, como las de no permitir que las mujeres puedan acceder a la educación.

El propio Potzel ha criticado algunas de estas "draconianas" restricciones que los talibán han impuesto contra las mujeres, como la de tener prohibido viajar sin la compañía de un hombre de su familia, o asistir a parques, gimnasios o baños públicos. "No veo que los talibán hayan cambiado", ha dicho.

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