MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
Varios de los principales responsables libios se reúnen este domingo en El Cairo, la capital de Egipto, en un nuevo esfuerzo para desbloquear el enorme atasco político que lleva meses impidiendo la culminación de los esfuerzos de transición en el país tras la guerra civil, y en medio de dos administraciones paralelas que compiten por el poder.
A la reunión acudirán el jefe del Consejo Presidencial de Libia, Mohamed Menfi, el jefe de Alto Consejo de Estado libio, principal órgano consultivo del Gobierno de Trípoli reconocido por la comunidad internacional, Mohamed Takala, y el presidente de la Cámara de Representantes, el Parlamento asentado en el este de Libia y considerado como una de las principales autoridades asociadas a la administración paralela del este del país, Aguila Salé.
Dos grandes nombres estarán no obstante ausentes del encuentro: el criticado primer ministro de Libia y máximo responsable del Gobierno de Trípoli, Abdul Hamid Dbeibé, y sobre todo el hombre fuerte del este del país, el comandante Jalifa Haftar.
La figura de Dbeibé está seriamente puesta entredicho al entender que su mandato expiró a finales de 2021, cuando fracasó un intento en firme para celebrar comicios mientras que Haftar es considerado como potencia indiscutible para resolver la situación, a pesar de que los detractores del militar recuerdan su fallida campaña hace cuatro años para tomar Trípoli; un asedio que tuvo que suspender en junio de 2020 tras la intervención de Turquía a favor de las autoridades de la capital.
La reunión ha sido confirmada al diario 'Al Wasat' por el vicepresidente segundo del Alto Consejo de Estado, Omar Al Obeidi, quien ha explicado que el encuentro tiene lugar a petición del secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit.
Todo esto tiene lugar en medio de un ambiente de pesimismo que el representante especial de la ONU para el país, Abdoulaye Bathily, trasladó el mes pasado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. "Lo cierto es que los principales actores institucionales del país no tienen voluntad de resolver las enormes diferencias que impiden la convocatoria de las esperadas elecciones en el país", lamentó Bathily.
El enviado explicó que cada parte está empeñada en "presentar una serie de condiciones pero solo para preservar el estatus quo actual, que parece venir muy bien a todo el mundo", e insistió en dos opciones: o la configuración de un verdadero gobierno de unidad entre las administraciones de Trípoli y del este del país, o la aparición de un nuevo ejecutivo 'independiente' sin presencia de ninguna de las dos.