Archivo - El presidente ruso, Vladimir Putin, posa junto a unos niños para una fotografía. - Europa Press/Contacto/Gavriil Grigorov/Kremlin Poo
MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -
La ONG Amnistía Internacional ha alertado este viernes de que Rusia ha colocado a niños y jóvenes en el centro de su "cruzada" contra quienes se oponen a la invasión rusa de Ucrania, persiguiendo la disidencia, la libertad de expresión y "adoctrinando" mediante propaganda belicista en los medios y en las escuelas.
"Pese al discurso del Kremlin sobre el valor de la familia, para aplacar la disidencia se recurre con descaro a explotar el vínculo de los niños y las niñas con sus progenitores", ha denunciado Oleg Kozlovsky, investigador de Amnistía.
"Las escuelas adoctrinan a los menores con narrativas falsas impuestas por el Gobierno y denuncian directamente a la Policía y a los servicios de seguridad las opiniones disidentes", ha acusado Kozlovsky.
En un último informe titulado 'Rusia: Tus hijos irán a un orfanato: Los niños y la represión de las protestas', Amnistía acusa a Rusia de vulnerar los derechos de los más pequeños al mismo tiempo que los utilizan como "instrumento" para presionar a los adultos que se oponen a la guerra.
"Quienes disienten de la guerra son especialmente vulnerables a las amenazas de separación familiar forzada o retirada de la patria potestad. El riesgo de tales represalias, aun remoto, es lo suficientemente aterrador como para disuadir a muchas personas de alzar la voz", afirma Kozlovsky.
Amnistía ha explicado que estas prácticas están teniendo "graves consecuencias" sobre la salud física y mental de los más pequeños y jóvenes. A su vez, resalta que la economía de las familias sufre cuando los progenitores tutores son objeto de persecución, por lo que en ocasiones los menores tienen que dejar los estudios, o bien tienen que abandonar el país para evitar ser encausados y encarcelados.
"En este mundo al revés en el que se ha convertido Rusia, si eres menor y no estás de acuerdo con el gobierno, tanto la policía como los tribunales --e incluso las escuelas-- suponen una amenaza directa", afirma Kozlovsky.
CASOS PARTICULARES
Amnistía ha recogido en su informe algunos casos paradigmáticos de estas nuevas prácticas, como el de Varvara Galkina, de 10 años, interrogada y forzada a asistir a un programa 'preventivo' para 'progenitores que incumplen sus obligaciones' por una foto de apoyo a Ucrania en su perfil de WhatsApp.
Otro caso es el de Maria Moskalyova, de 12 años, separada de su padre e internada en un orfanato tras casi un año de persecución contra su familia debido a un dibujo antibelicista que había realizado en la escuela.
El padre, Aleksei Moskalyov, fue multado y luego condenado a dos años de prisión en una colonia penal por desacreditar a las Fuerzas Armadas por sus comentarios en redes sociales. La niña finalmente ha sido llevada con otros familiares.
Por su parte, Vladimir Alalykin, de 16 años y con una discapacidad, ha cumplido ya dos años en un orfanato, después de que su madre, activista antibelicista, fue encarcelada por atentado contra la autoridad, cargos que ella niega.
Por todo ello, Amnistía ha reclamado a las autoridades rusas que respeten y protejan la integridad y los derechos de los niños y jóvenes del país, así como dejen utilizarlos para golpear a sus progenitores o tutores por sus ideas políticas o sobre la guerra de Ucrania, de la que se cumplen ya más de dos años.
"Las autoridades rusas deben poner fin a la práctica de juzgar a civiles, especialmente niños y niñas, en tribunales militares y dejar de utilizar el sistema judicial para perseguir a la disidencia", insta la ONG, que pide a su vez la liberación de todas las personas afectadas por estas nuevas medidas.