MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) ha denunciado que los cargos presentados por las autoridades turcas contra once defensores de los Derechos Humanos, incluidos el presidente de la ONG en Turquía, Taner Kiliç, y la directora de la organización en el país, Idil Eser, por supuestos vínculos con organizaciones terroristas son insostenibles.
"Desde el momento de sus detenciones, es evidente que estos procesamientos responden a motivos políticos, cuyo objetivo es silenciar las voces críticas dentro de Turquía", ha señalado el director de AI para Europa, John Dalhuisen.
Las declaraciones de la organización se han producido con motivo del inicio de los procedimientos penales contra los acusados en Estambul y Esmirna, que contará con una primera vista del juicio el 25 de octubre.
"Sin ninguna base ni fundamento, las autoridades turcas han tratado de encontrar en vano argumentos jurídicos contra Idil, Taner y los otros nueve activistas de los Derechos Humanos. Más de tres meses ha estado el fiscal intentándolo sin llegar a nada. El juez no debería tardar más de media hora en desestimar la causa abierta contra ellos", ha añadido Dalhuisen.
EL ACTIVISMO COMO DELITO
AI ha explicado que los activistas fueron detenidos en Turquía entre junio y julio, acusados de "pertenencia a una organización terrorista" por sus labores de protección a los Derechos Humanos, entre las que se incluyen la petición de frenar la venta de gas lacrimógeno, pedir solicitudes de subvención y hacer campaña para la liberación de profesores en huelga de hambre.
En concreto, la ONG ha advertido de que las acusaciones contra Eser aluden a dos documentos de AI que se publicaron antes deque ella ingresara en la organización.
En el caso de Kiliç, se le acusa también de "pertenencia a la Organización Terrorista Fetulá Gulen", por su supuesta utilización de la aplicación de mensajería ByLock, que las autoridades turcas determinan que es un canal de comunicación del movimiento del influyente clérigo. Sin embargo, AI ha asegurado que no hay rastro de ByLock en su teléfono móvil.
La organización ha instado a los tribunales a tener en consideración las peticiones de la comunidad internacional, incluidos varios gobiernos, la Comisión Europea y funcionarios de la ONU, para liberar a los activistas.
"Estos dos juicios serán una prueba de fuego para el sistema de justicia turco y demostrarán si defender los derechos humanos se han convertido en delito en Turquía", ha afirmado Dalhuisen.
"Si un relato de ficción distópica elaborado mediante acusaciones absurdas e infundadas puede subvertir la justicia, será un sombrío día para el sistema de justicia de Turquía y un augurio nefasto para el futuro de los derechos humanos en el país. Con los ojos del mundo puestos en estos tribunales de Estambul y Esmirna, ha llegado el momento de dejar en libertad sin condiciones a nuestros compañeros y compañeras, algo que debería haberse hecho hace mucho tiempo", ha concluido.