MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Amnistía Internacional ha denunciado este martes la muerte de al menos diez personas a manos de las fuerzas de seguridad de Angola en el marco de las protestas en una localidad minera desde el 30 de enero.
La subdirectora de Amnistía para el sur de África, Muleya Mwananyanda, ha resaltado que la ONG "puede confirmar" la muerte de diez personas "mientras las autoridades siguen persiguiendo a manifestantes cuyo único 'crimen' ha sido hablar contra las lamentables condiciones de vida".
Por su parte, el director ejecutivo de la ONG angoleña OMUNGA, Joao Malavindele, ha resaltado que "el número de muertos es desconocido, ya que la mayoría de los manifestantes están aún desaparecidos" tras las protestas en la localidad de Cafunfo, en la provincia de Luanda Norte (noreste).
"Informaciones no confirmadas indican que un gran número de activistas siguen en paradero desconocido y que algunos cuerpos han sido lanzados al río Cuango durante los últimos dos días", ha denunciado, motivo por el que ambas ONG han pedido investigaciones "independientes" y "transparentes" para asegurar que se hace justicia.
Las autoridades angoleñas confirmaron el lunes la muerte de seis personas durante el fin de semana en el marco de la represión de las protestas, incidentes que el comisario general de la Policía, Paulo de Almeida, ha descrito como "una rebelión".
"Llegaron para matar y tenían como primer objetivo a los agentes de la Policía Nacional, pero conseguimos, de forma puntual, dar una respuesta y neutralizar sus intenciones", dijo, antes de señalar que los asaltantes buscaban arriar la bandera angoleña e "izar la suya, cuya ideología nadie conoce".
Los incidentes habrían estado protagonizados por presuntos miembros del Movimiento de Protección Lunda Tchokwe (LTPM), fundado en 2007 y que reclama la autonomía administrativa y financiera del antiguo reino Tchokwe, que se extendía por las provincias de Kuando Kubango, Luanda Norte, Luanda Sur y Moxico.
El presidente del LTPM, José Mateus Zecamutchima, rechazó la versión de la Policía y defendió que fue una protesta pacífica, según la emisora estadounidense Voice of America.
El grupo ha denunciado en numerosas ocasiones la situación de elevada pobreza que sufre la población de esta zona del país, muy rica en recursos minerales, y ha denunciado la mala gestión del Gobierno y la falta de inversiones en la zona para mejorar la calidad de la vida de los residentes.
Por su parte, la opositora Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) ha reclamado al Parlamento la formación de una comisión de investigación que se traslade al lugar de los hechos para determinar lo sucedido en el marco de los incidentes en la localidad de Cafunfo.