MADRID 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este viernes que ha recibido información creíble sobre el uso de proyectiles de fósforo blanco en los alrededores de la ciudad iraquí de Mosul y ha alertado de que el uso de este tipo de munición "podría plantear un riesgo mortal para los civiles que huyen" de la ofensiva sobre la ciudad iraquí.
Según ha indicado la ONG en un comunicado, ha recibido testimonios creíbles y pruebas fotográficas de proyectiles de fósforo blanco explotando en el aire sobre una zona al norte de la localidad de Karemlesh, a unos 20 kilómetros al este de Mosul. Amnistía ha recordado que el fósforo blanco es una sustancia incendiaria que quema a temperaturas extremadamente altas cuando se expone al aire.
"El fósforo blanco puede provocar heridas horribles, quemando hasta el músculo y el hueso. Es posible que parte de ello solo arda parcialmente y que pueda volver a arder semanas después de ser desplegados", ha alertado la asesora de respuesta de crisis de Amnistía, Donatella Rovera.
"Esto significa que los civiles que huyen de los combates en torno a Mosul o los residentes que regresen para comprobar sus viviendas en Karemlesh en los próximos días o semanas estarán en riesgo de sufrir graves daños incluso si puede haber pocas señales visibles de advertencia", ha añadido.
Karemlesh está despoblada desde que sus habitantes, principalmente asirios, huyeron ante el avance de Estado Islámico en agosto de 2014, pero el fósforo blanco supone un peligro para los civiles que huyen de Mosul hacia Erbil, que podrían pasar por la zona contaminada.
PIDE NO USAR ESTA MUNICIÓN
"Instamos a las fuerzas iraquíes y de la coalición a no usar nunca fósforo blanco en las proximidades de civiles. Incluso si los civiles no están presentes en el momento de su uso, debido a los riesgos residuales no deberían usar municiones de fósforo blanco en el aire a menos que sea absolutamente necesario para alcanzar objetivos militares que no pueden lograrse mediante medios seguros", ha añadido la responsable de Amnistía.
Según ha explicado la ONG en un comunicado, las fotos tomadas por un fotógrafo del 'New York Times' el 20 de octubre muestran municiones de fósforo blanco estallando cerca de Karemlesh, en un momento en que se estaban produciendo enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y Estado Islámico en una localidad cercana.
Aunque el uso de fósforo blanco no está prohibido, hay que usarlo con mucha cautela y no debería emplearse nunca en la proximidad de civiles, sostiene Amnistía. De quedar enterrado en el suelo o en agua, puede extinguirse temporalmente, pero vuelve a arder de forma espontánea si es descubierto, lo que supone un grave riesgo para los civiles que pudieran toparse accidentalmente con él.
En este sentido, Rovera ha pedido que "las fuerzas que usan el fósforo blanco hagan públicos los detalles de las zonas potencialmente contaminadas por la sustancia, para minimizar el riesgo de daño accidental a civiles".
"Dicha información también es crucial para los profesionales médicos que operan en Irak, para que estén al tanto del tipo de heridas que están tratando", ha subrayado.