MADRID 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional ha calificado de "grotesco ejemplo del carácter selectivo" de la justicia en Egipto la condena a muerte a 529 personas, seguidores del expresidente Mohamed Mursi, según un comunicado de la organización.
La vista, que ha tenido lugar esta mañana en el Tribunal Penal de Menia, ha condenado a muerte a más de medio millar de partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi por el presunto papel que tuvieron en la violencia que se desencadenó tras su derrocamiento en 2011.
Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Próximo de Amnistía Internacional, ha declarado que Egipto excede con esta sentencia "las condenas a muerte dictadas en un año en la mayoría de los países". También ha calificado de "injusticia flagrante" una condena que, según ha considerado, "debería anularse".
Sahraoui ha añadido que la decisión del tribunal egipcio supone el mayor número de condenas a muerte simultáneas que se ha visto en los últimos años. Los tribunales egipcios actúan con rapidez "para castigar a los seguidores de Mursi", mientras ignoran "faltas fragantes contra los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad de Egipto", ya que "solo hay un agente de Policía que podría ser condenado a prisión por la muerte de 37 detenidos", ha lamentado la directora regional de Amnistía Internacional.
Miles de partidarios del depuesto presidente están en prisión, cuando no ha habido "investigaciones adecuadas" sobre la muerte de cientos de manifestantes, ha añadido Sahraoui.
En el comunicado se ha cuestionado la relación con la justicia que pueda tener el auto y se ha recordado que es necesario un procedimiento "independiente e imparcial" para poder "determinar la verdad y hacer justicia para todos". Amnistía Internacional también ha definido la pena de muerte como un hecho "intrínsecamente injusto", por lo que han reclamado que Egipto imponga una moratoria a las ejecuciones con vistas a "abolir la pena".
Las autoridades egipcias han mantenido una gran opacidad sobre las cifras referentes a la pena capital. El año pasado se condenó a muerte a un mínimo de 109 personas, según los datos a los que ha tenido acceso Amnistía internacional. En 2012 se impusieron, al menos, 91 condenas de esta naturaleza, y un mínimo de 123 en 2011.
La última ejecución de la que la organización ha tenido constancia se realizó en octubre de 2011, cuando un hombre fue ahorcado por matar a seis cristianos coptos y un policía musulmán, tras efectuar varios disparos desde un coche en marcha en 2010.