La organización ve indicios que "contradicen" las versiones de ambos bandos
MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
La organización Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este jueves la muerte de decenas de civiles a causa del "uso indiscriminado" de armas, entre ellas municiones de racimo, por las partes enfrentadas en la región de Nagorno Karabaj durante los últimos enfrentamientos registrados en la zona entre las fuerzas armenias y azeríes.
En un nuevo informe titulado 'En la línea de Fuego: Víctimas Civiles de ataques ilegales en el marco del conflicto en Nagorno Karabaj', la ONG ha señalado que sobre el terreno se registraron 17 ataques de ambos bandos que se habrían saldado con la muerte de civiles.
La última guerra abierta en la zona, que duró 44 días --desde finales de septiembre hasta principios de noviembre de 2020--, habría provocado la muerte de 146 civiles, entre ellos múltiples niños.
Según ha alertado, las partes "violaron el Derecho Internacional y causaron decenas de muertes y cientos de lesiones entre la población civil", además de destruir viviendas e infraestructuras "básicas".
En este sentido, Amnistía ha acusado a las fuerzas armenias de utilizar un armamento "poco preciso", compuesto por misiles balísticos, lanzacohetes no guiados y artillería. Las fuerzas azeríes, por su parte, habrían hecho uso de artillería y lanzacohetes. Los dos bandos han asegurado, no obstante, que no lanzaron ataques indiscriminados sobre zonas civiles ni usaron municiones de racimo.
Para Amnistía, existen "indicios claros de que ambos sí lo hicieron". "Al usar este armamento impreciso y mortal en las inmediaciones de zonas civiles, las fuerzas armenias y azeríes violaron las leyes de la guerra y mostraron desprecio por la vida humana", ha manifestado Marie Struthers, directora de Amnistía para Europa Oriental y Asia Central.
"Murieron civiles, se rompieron familias y se destruyeron incontables viviendas porque todas las partes del conflicto usaron armas notoriamente imprecisas contra ciudades y pueblos", ha lamentado.
El informe estima que la cifra de víctimas habría sido muy superior de no ser porque "mucha gente ya había huido de las zonas afectadas o se había refugiado en sótanos al estallar el conflicto".
Tras el acuerdo tripartito que puso fin al conflicto, firmado el 10 de noviembre, Amnistía ha acudido a las zonas de los ataques y ha entrevistado a decenas de supervivientes y testigos.
El Equipo de Respuesta a las Crisis de la ONG ha analizado así fragmentos de municiones usadas en los ataques y examinó vídeos, fotografías e imágenes de satélite del conflicto.
"Nuestra investigación reveló un cuadro sistemático de ataques indiscriminados y desproporcionados de ambas partes que causaron muertes y lesiones entre la población civil así como daños en bienes de carácter civil", concluye la organización.
ATAQUES ARMENIOS
El texto señala que las fuerzas armenias habrían llevado a cabo al menos ocho ataques aéreos sobre ciudades y pueblos de Azerbaiyán, en los que habrían muerto un total de 72 civiles.
En la ciudad de Ganyá, 21 civiles perdieron la vida y más de 50 resultaron heridos el 17 de octubre, cuando un misil balístico SCUD-B impactó en el barrio de Mujtar Hajiyev
Por otra parte, El 27 de octubre, las fuerzas armenias lanzaron un ataque con bombas de racimo sobre el pueblo de Qarayusufli, que causó 5 víctimas mortales, 14 heridos y daños generalizados en viviendas.
Las fuerzas armenias también dispararon varios cohetes de gran calibre contra la ciudad de Bardá, a más de 20 kilómetros del frente, el 28 de octubre. Tres cohetes impactaron en el centro de la ciudad, dos de ellos cerca de hospitales. El tercero, un cohete Smerch 9M55 de fabricación rusa que contenía 72 submuniciones de racimo 9N235, impactó en el centro de una glorieta llena de gente, matando a 21 civiles, según la ONG.
ATAQUES DE AZERBAIYÁN
Por su parte, las fuerzas azeríes habrían llevado a cabo nueve ataques aéreos sobre ciudades y pueblos de Nagorno Karabaj y uno sobre territorio armenio, en los que habrían muerto once civiles.
La ciudad más importante de la región, Stepanakert, ha sufrido frecuentes ataques, a veces incluso varios en el mismo día. Algunos se llevaron a cabo usando armas de efecto "intrínsecamente indiscriminado", como cohetes Grad de 122 milímetros y municiones de racimo internacionalmente prohibidas, tal y como ha denunciado Amnistía.
Además, una batería de ataques perpetrados el 4 de octubre mataron a 4 civiles e hirieron a 12.
El acuerdo firmado el 9 de noviembre establece un alto el fuego, el despliegue de un contingente de 1.960 militares rusos como fuerzas de paz, la creación de un centro de supervisión de la tregua gestionado por observadores turcos y rusos y la cesión a Azerbaiyán de 121 municipios de Nagorno Karabaj y sus alrededores que hasta septiembre estaban bajo dominio armenio.
Nagorno Karabaj tiene una mayoría de población armenia y desde el final de la última guerra, en 1994, permanece bajo control de las autoridades de Ereván, aunque oficialmente forma parte del territorio de Azerbaiyán, de acuerdo con las resoluciones de Naciones Unidas.