Actualizado: miércoles, 27 enero 2016 14:01


DIYARBAKIR, (TURQUÍA) 27 (Reuters/EP)

Las autoridades turcas han ampliado el toque de queda en Diyarbakir, en el sureste del país, tras los últimos ataques de los rebeldes, en los que han muerto 20 milicianos y tres soldados turcos, según ha informado este miércoles el Ejército.

El sureste de Turquía sufre la peor ola de violencia en dos décadas desde que se rompiera el alto el fuego el pasado julio entre el Gobierno y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), reviviendo un conflicto que se ha cobrado la vida 40.000 personas desde 1984.

Según ha informado el Ejército, once miembros del PKK han muerto este martes en la ciudad de Cizre, cerca de la frontera siria, y nueve más en el distrito sur de Diyarbakir, aumentando el número de milicianos muertos a cerca de 600 entre las dos ciudades desde que comenzaron las operaciones de seguridad el mes pasado.

Fuentes de seguridad han indicado que los milicianos en Sur han herido a dos policías contra los que han disparado con fusiles y también han herido a seis soldados en un ataque con un lanzacohetes. El Ejército ha precisado que tres de los soldados han muerto.

El histórico distrito de Sur, cercado por caminos romanos, ha sufrido extensos daños por los enfrentamientos y ha estado bajo toque de queda las 24 horas del día desde el 2 de diciembre.

La oficina del gobernador del distrito ha informado de que el toque de queda se ha extendido este miércoles a otros cinco distritos y a la carretera principal de la zona para que las fuerzas de seguridad puedan retirar barricadas y explosivos activos y rellenar zanjas construidas por los milicianos.

Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea consideran al PKK un grupo terrorista. Por su parte, el PKK afirma que lucha por la autonomía de la minoría kurda de Turquía.

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