MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Angola, Joao Lourenço, ha afirmado este martes que la migración irregular vinculada con la explotación de las minas de diamantes en el norte del país, en la frontera con República Democrática del Congo (RDC), ha alzando unos niveles "alarmantes".
En un discurso ante el Parlamento, Lourenço ha destacado que el Gobierno "está comprometido con la lucha contra la minería y el comercio ilegal de diamantes para ajustar cada vez más este mercado a las exigencias legales y aumentar los ingresos del Estado", según ha informado el diario local 'Jornal de Angola'.
"La inmigración ilegal vinculada a la minería y el comercio ilegal de diamantes alcanzó niveles amplios en al menos siete provincias del país", ha dicho, antes de apuntar que la situación "es una cuestión de seguridad nacional y de defensa y protección de los recursos naturales".
Asimismo, ha desvelado que las autoridades "están llevando a cabo medidas para mejorar el atractivo del sector minero en general para que las grandes multinacionales que operan en este ámbito puedan hacer inversiones en la exploración, explotación y transformación de los diversos recursos minerales existentes".
Las palabra de Lourenço han llegado en medio de las informaciones sobre la deportación de decenas de miles de personas en lo que va de mes, la mayoría de ellas a RDC.
Algunos de los deportados han acusado a la Policía y el Ejército de matar a decenas de personas y saquear viviendas durante las operaciones, lo que ha sido rechazado por Luanda.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha expresado este mismo martes su preocupación por el deterioro de la situación humanitaria en la región congoleña de Kasai debido a las "expulsiones masivas" desde Angola en las últimas dos semanas.
Las autoridades congoleñas calculan que cerca de 200.000 personas han llegadon en este periodo a la provincia tras las órdenes de expulsión por parte de Angola, por lo que el organismo ha pedido a ambos países que "trabajen juntos para garantizar un movimiento de población seguro y ordenado".
"Las expulsiones masivas son contrarias a las obligaciones bajo la Carta Africana sobre Derechos Humanos y pedimos a ambas partes que respeten los derechos de los afectados. Sin esta cooperación, los retornos podrían crear fácilmente una crisis humanitaria en la ya frágil región de Kasai", ha subrayado.
ABUSOS A AMBOS LADOS DE LA FRONTERA
En este sentido, ha desvelado que miles de personas han llegado a la frontera después de que el lunes se cumpliera la fecha límite dada por las autoridades a los migrantes irregulares para abandonar el territorio.
"La gente ha estado llegando a RDC a través de distintos pasos fronterizos con las posesiones que pudieran portar. Hemos escuchado quejas de violencia, incluida sexual, acoso y robo de pertenencias por parte de las fuerzas de seguridad a ambos lados de la frontera", ha denunciado.
ACNUR ha destacado que "los congoleños vuelven a una situación desesperada, buscando seguridad y ayuda" y ha recordado que "las tensiones étnicas siguen siendo elevadas desde el conflicto en Kasai en 2016 y 2017".
Por último, ha expresado también su preocupación por la posibilidad de que entre los expulsados figuren refugiados "atrapados en el movimiento masivo y el retorno forzoso a RDC".
"Estamos trabajando para verificar estas informaciones. ACNUR identifica a los que regresan en la frontera y trabaja de cerca con el Gobierno de Angola para evitar el regreso forzado de refugiados", ha recalcado. Angola acoge a 68.000 refugiados y solicitantes de asilo, principalmente de RDC.