MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Más de 350 personas han muerto en Angola por fiebre amarilla desde el pasado diciembre a causa del que se considera el peor brote de la enfermedad en 30 años, según ha declarado la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), en un comunicado en el que ha solicitado una nueva partida de fondos para hacer frente a la crisis.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 3.400 personas han contraído la enfermedad en Angola desde diciembre de 2015 y 356 ya han perdido la vida. A pesar de los esfuerzos del Gobierno y de las organizaciones humanitarias, la fiebre amarilla continúa extendiéndose en Angola y en los países de alrededor.
En la vecina República Democrática del Congo (RDC), ya son 75 las muertes confirmadas y se sospecha que unas 1.300 personas más pueden haber contraído el virus. El Gobierno de RDC tuvo que dar la señal de alarma en la capital y otras dos provincias el mes pasado por epidemia.
A pesar de los esfuerzos de la OMS y otras organizaciones humanitarias internacionales para proveer con vacunas a la gran mayoría de la población de los países afectados, la falta de reservas de las vacunas y los altos costes económicos y temporales que supone su fabricación han ralentizado el proceso de vacunación.
En Angola, según ha informado la Cruz Roja, otro de los problemas que se encuentran las organizaciones humanitarias a la hora de administrar las vacunas es la poca confianza que muestra la población en los medicamentos convencionales frente a la medicina tradicional angoleña.
"La gente toma medicamentos tradicionales a base de plantas que cuando se trata de fiebre amarilla, hacen más mal que bien", ha declarado la portavoz de la Cruz Roja en Angola, Camelia Marinescu. El coordinador de Sanidad de la organización, el doctor Adinoyi Adeiza, ha dicho que desde la FICR se están llevando a cabo los esfuerzos necesarios para "ayudar a la gente a enfrentarse a sus miedos y acabar con posibles supersticiones".
Según ha explicado el doctor Adeiza, en un intento de concienciar a la población de Angola sobre la importancia de evitar la medicina tradicional y utilizar la vacuna y los medicamentos convencionales, la Cruz Roja está llevando a cabo campañas informativas en los medios locales y realizando visitas puerta a puerta.
En Angola ya se han administrado más de 11 millones de dosis de la vacuna contra la fiebre amarilla entre diciembre de 2015 y julio de este año. Sin embargo, miles de casos sospechosos siguen apareciendo en las distintas provincias del país y las vacunas escasean, por lo que la FICR ha solicitado una nueva partida fondos, por un valor de 1,25 millones de euros, para hacer frente a la crisis sanitaria.