Un año después de la detención de 'El Chapo' cae 'La Tuta'

MÉXICO DF, 27 Feb. (EDIZIONES) -

En solo un año, las autoridades mexicanas han conseguido detener a cuatro de los principales líderes del narcotráfico y dar así un duro golpe a uno de los problemas más impotantes que aquejan el país. Con la detención de Joaquín 'El Chapo' Guzmán, Héctor Beltrán Leyva, Vicente Carrillo Fuentes, 'El Viceroy' y, este viernes, la de Servando Gómez Martínez, 'La Tuta', cuatro de los grandes cárteles de la droga a nivel mundial han quedado descabezados.

Las autoridades mexicanas han detenido este viernes a Servando Gómez Martínez, alias 'La Tuta' o 'El Profe' y líder del cártel de Los Caballeros Templarios, en el estado de Michoacán.

Hace poco más de un año, el 22 de febrero de 2014, era detenido Joaquín 'El Chapo' Guzmán, quién ocupaba el primer puesto en la lista de los narcotraficantes más buscados del mundo.

'EL CHAPO', EL MÁS BUSCADO DEL MUNDO

Joaquín 'El Chapo' Guzmán ostentó el primer puesto como el narcotraficante más buscado del mundo hasta que las autoridades mexicanas le detuvieron el pasado 22 de febrero. Una detención que el fiscal general, Jesús Murillo Karam, califico como ejemplar al producirse "sin un solo disparo".

Con su detención se descabezaba al cártel de Sinaloa, uno de los más peligrosos del mundo. Ahora aparece el primero de la lista de los más buscados y lidera el cártel el que fue su 'número dos', Ismael 'El Mayo' Zambada García. Además de delitos por narcotráfico, el Gobierno de México le atribuye otros por delincuencia organizada, tenencia de armas de fuego y lavado de dinero.

'EL VICEROY'

Vicente Carrillo Fuentes, 'El Viceroy', fue hasta el 10 de octubre de 2014 el líder del cártel de Juárez, que opera en Chihuahua, estado fronterizo con Estados Unidos.

Hermano del capo Amado Carrillo Fuentes, conocido como 'El Señor de los Cielos' y que murió en 1997, fue arrestado junto a uno de sus escoltas. En la operación se incautaron dos vehículos, una arma larga, una corta, equipo de comunicación y documentación.

El cártel de Juárez, fundado por su hermano, está considerado uno de los siete grupos más peligrosos de México. Además de las recompensas que ofrece la Fiscalía mexicana, el FBI cifraba en 5 millones de dólares (casi 4 millones de euros) su recompensa.

El Gobierno apunta directamente a 'El Viceroy' como uno de los responsables de la ola de violencia que sacudió Ciudad Juárez entre 2009 y 2011, en plena batalla entre el cártel de Juárez y el de Sinaloa por el control de la rutas de la droga hacia Estados Unidos.

BELTRÁN LEYVA

En el quinto puesto de los más buscados por la Fiscalía General aparecía el nombre de Héctor Beltrán Leyva hasta que fue capturado el pasado 2 de octubre. Tras las detenciones o muertes de otros líderes, Beltrán Leyva asumió en 2008 la dirección de una organización de narcotráfico que operaba en estados del centro y el sur del país, como Morelos y Guerrero, aliados al cártel de Sinaloa.

Fue detenido en un restaurante de la ciudad de San Miguel de Allende, del estado de Guanajuato, donde vivía alejado de los lujos para evitar llamar la atención de las autoridades. Además, según explicaron los investigadores tras su detención, se hacía pasar por un empresario 'acomodado' que se dedicaba a la venta de bienes e inmuebles y obras de arte.

La Policía pudo dar con él tras 11 meses de investigaciones, en el marco de la operación denominada 'Hotel'.

Entre los delitos que se le imputan destacan el de pertenencia a la delincuencia organizada, tenencia de armas, operaciones con recursos de procedencia ilícita y delitos contra la salud.

Por su parte, en Estados Unidos ha sido acusado en 2004 y en 2009 por traficar con toneladas de cocaína y marihuana en territorio estadounidense.

'LA TUTA'

Antiguo jefe de La Familia Michoacana, Servando Gómez ha conseguido mantener su influencia en este estado posicionándose como líder de Los Caballeros Templarios tras la muerte de Nazario Moreno González, 'El Chayo', el 9 de marzo de 2014.

'La Tuta' es el responsable de la ola de violencia que se desató en 2013 en Michoacán. Los grupos de autodefensa se levantaron en armas para echar a Los Caballeros Templarios del estado ante la pasividad cómplice de los gobiernos locales y regional. La Procuraduría General de la República (PGR) ofrecía una recompensa de hasta 30 millones de pesos (casi 1,8 millones de euros).